Torra se vuelve a citar con Puigdemont tras el revés del TSJC
Con la política catalana instalada en la indefinición, Torra anuncia un nuevo viaje a Alemania para volver a verse con Puigdemont
El jarro de agua fría que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) lanzó este lunes sobre Quim Torra fue recibido con un prudente y peculiar silencio por parte del propio presidente de la Generalitat y de los partidos independentistas. Con el centro de gravedad político desplazado de pronto hacia la súbita moción de censura contra Mariano Rajoy, el soberanismo, pillado a contrapie, recompone tácticas y Torra, a falta de nada más que anunciar, anuncia una nueva visita a su antecesor, Carles Puigdemont, en Berlín.
Torra desplazó el viernes el pulso por los consellers al terreno judicial, pidiéndole al TSJC medidas cautelarísimas que obligaran al presidente Mariano Rajoy a publicar de una vez en el Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña (DOGC) el decreto del nombramiento del gobierno catalán, pero el nuevo frente ha durado poco. El tribunal no se considera competente, aunque da 10 días a las partes para presentar alegaciones contra su resolución.
Si el president presentará alegaciones al TSJC o da por cerrada esa vía es algo que ayer no se aclaró
Si el president, que el viernes también amagó con la posibilidad de una querella, las presentará o da por cerrada esa vía es algo que ayer no se aclaró. Y, por supuesto, sigue sin avanzarse qué pasará cuando se agote el plazo de 10 días hábiles que siempre hay para publicar cualquier documento en el DOGC, y que, por cierto, vence el mismo jueves en que toca debatir la moción de censura.
Tampoco en ERC, tan incómodos con el intento de restituir a su exconseller Toni Comín, se mojan sobre si se insistirá por esa vía. La portavoz del partido, Marta Vilalta, acusó al gobierno de Rajoy de estar «torpedeando la democracia» al negarse a publicar en el DOGC los nombramientos, pero, más allá de eso, se limitó a insistir en que es preciso un gobierno efectivo a la vez que justificaba la insistencia en las restituciones vindicándola como «un acto de respeto y de dignidad» y una forma de denunciar «una situación anómala y excepcional».
Más incertidumbres
La incertidumbre se extiende a la posición de los independentistas respecto de la moción de censura contra Rajoy. Que en el caso del Pdecat, ha sido ambivalente desde el minuto uno -y divergente con el rechazo frontal expresado por Junts per Catalunya (JpC), la coalición en la que los neoconvergentes están integrados en el Parlament-; y en el caso de ERC ha pasado del apoyo firme expresado el viernes por su portavoz en el Congreso, Joan Tardà, a una ambigüedad ahora sí más en la línea del Pdecat.
De lo que se trata es de exprimir plazos y no avanzar nada más allá del siguiente paso anunciado. Vale la táctica para el pulso para la restitución de los consellers, para la moción de Pedro Sánchez y para el voto delegado de Comín, que ya no parece justificado porque el exconseller ya dispone de libertad de movimientos, y sobre el cual se supone que la mesa del Parlament debería decidir qué hacer este martes: si mantenerlo o retirárselo definitivamente, después de que el viernes ERC ya no lo usara por si las moscas.
Torra volverá a viajar para encontrarse otra vez con Puigdemont en Berlín
Así las cosas, instalada la política catalana en un inacabable impasse, ergo, en la pura indefinición, Torra, que sigue con una agenda de mínimos, se reunió ayer lunes con representantes de las cuatro diputaciones catalanas para «analizar la situación actual», según el comunicado que emitió el departamento de Presidencia. Las conclusiones del análisis no se explicaron, claro.
Eso sí, se anunció que, esta vez junto a los presidentes de las diputaciones, Torra volverá a viajar para encontrarse otra vez con Puigdemont en Berlín, tras su encuentro del pasado 15 de mayo. No, tampoco se dijo cuándo.