Torra, en Madrid: «Ejerceremos todos los derechos que se nos nieguen»

Quim Torra advierte en su primera conferencia en Madrid que tras la sentencia pondrá rumbo fijo a la independencia, pero sigue sin concretar cómo

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El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha advertido en su primera conferencia en Madrid que tras la sentencia de la causa del procés, salvo que sea absolutoria, activará los mecanismos para «trazar en firme el camino para llegar a la independencia», aunque siguió sin concretar en qué consistirá esa pretendida «respuesta de país», más allá de subrayar que será una respuesta social y también institucional.

Pero Torra se mantuvo en la forzada ambigüedad a la que le obliga que los dos socios que integran su gobierno, Junts per Catalunya (JxCat) y ERC, todavía no hayan consensuado, ni entre ellos ni con el conjunto de entidades independentistas, el contenido de esa respuesta, como el mismo admitió cuando en el turno de preguntas le insistieron en que concretara.

La charla —que, con el título ¡Democracia!, se enmarcaba en un acto organizado por Europa Press— la planteó el president también como una  presentación en sociedad en la capital española de su persona y de su proyecto político. Así que arrancó repasando su trayectoria y desplegando el memorial de agravios que el independentismo ya ha grabado a fuego en su argumentario. El repaso de Torra partió de la sentencia del Estatut en 2010 y acabó en la injusticia que a su juicio constituyen el veto a un referéndum y el enjuiciamiento y la prisión preventiva de los líderes independentistas. Que se agravaría, insistió, con cualquier sentencia que no fuera absolutoria.

«Lo volveremos a hacer»

El president se limitó a insistir en que ni él ni su gobierno aceptarían una sentencia de ese tipo. «Actuaremos en consecuencia y en coherencia con nuestros derechos colectivos como pueblo. Todos los derechos que nos sean negados los volveremos a ejercer», subrayó.

Nada nuevo. Es el «lo volverermos a hacer» que el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Sànchez, espetó en el jucio del 1-O y que Torra asumió como lema. Y la enésima apelación a aprovechar el fallo del Supremo como un nuevo momentum  o impulso para culminar el proceso independentista, algo por lo que el president siempre ha abogado. Eso sí, prometió que no le frenará el miedo a las consecuencias. «Es mi deber y lo cumpliré, más allá de multas, inhabilitaciones y cualquier otra amenaza».

Pero el president no fue más allá. Solo apuntó que de cara al escenario posterior a la sentencia será necesario un «fortalecimiento de las instituciones» catalanas, unos presupuestos para 2020 y «un horizonte claro para ejercer el derecho de autodeterminación», y que de lo que se tratará será de «retomar la iniciativa», una idea que ya lanzó el miércoles el expresident Carles Puigdemont tras la reunión mantenida con Torra y los cargos electos de JxCat en Bruselas, y que Torra siguió sin concretar. Le bastó con ilustrar la idea incluyendo una máxima de Johan Cruyff en el extenso repertorio de citas al que recurrió. Aquello de que «si tú tienes la pelota, el otro no la tiene».

Torra exhibe las diferencias con ERC

Eso sí, advirtió a Pedro Sánchez de que «no se puede gobernar contra Cataluña». Claro que, a la hora de evaluar la propuesta que el presidente del Gobieno en funciones puso sobre la mesa el martes de cara a intentar un segundo asalto a la investidura, Torra, pese a comparecer en tanto que presidente catalán, optó por hablar no en nombre de su gobierno, sino de JxCat, remarcando así nuevamente las diferencias entre los posconvergentes y sus socios de Esquerra. 

Así, a diferencia de los de Oriol Junqueras, Torra consideró que la batería de medidas socialistas es, respecto de sus reivindicaciones, «una no propuesta». «No solo no hemos avanzado, sino que retrocedemos más allá de la reunión de Pedralbes», dijo, además de protestar por el desprecio con el que a su juicio Sánchez ha tratado a su formación, a la que los socialistas no han incluido en su ronda de contactos a la busca de apoyos para evitar la repetición electoral. «No podremos otorgarle nuestra confianza», zanjó, ni 24 horas después de que ERC dejara claro que mantiene su predisposición a facilitar la investidura. «Es evidente que ERC puede tomar esa decisión, somos dos grupos distintos», concedió.

No es el único punto en que discrepó de sus socios a lo largo de su intervención. Como ya había hecho también Puigdemont el miércoles, el president volvió a cerrar la puerta a unas elecciones anticipadas en Cataluña, pese a que este mismo jueves, Junqueras insistía en la SER en que esa es una posibilidad que no se puede descartar.

En esa misma entrevista, Junqueras aboga en todo caso como primera opción por intentar un gobierno de concentración, ofreciendo consellerias a la CUP y a los comunes, aunque estos últimos ya lo han descartado. Torra no aclaró si avala esa propuesta.

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