Torra dota de contenido al gobierno que mantendrá en el extranjero
Torra pide a su ejecutivo que mantenga el contacto con los exconsellers expatriados o en prisión, y a Comín, Puig y Serret, que sean embajadores del 'procés'
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha certificado este miércoles en Waterloo su voluntad de que su gobierno opere de forma coordinada con otro ejecutivo oficioso, integrado por los exconsellers que no ha podido restituir. Torra ha insistido en el nuevo mantra de su presidencia y de Junts per Catalunya (JpC), el de que la restitución es un «objetivo vital» de su futuro gobierno, y le ha pedido a sus elegidos como consellers, que se espera que tomen posesión de sus cargos esta misma semana, que mantengan el contacto con los antiguos miembros del gobierno de Carles Puigdemont ahora expatriados o en prisión.
Ese contacto, ha dicho, ha de servir para mantener «la denuncia de la absoluta anormalidad» en la que está instalada Cataluña. El president ha hecho el llamamiento desde la casa donde Puigdemont estuvo alojado en Waterloo, a donde se ha desplazado a primera hora de la tarde para encontrarse con Toni Comín, Lluís Puig y Meritxell Serret, los tres exconsellers que huyeron tras la aplicación del artículo 155 huyeron a Bélgica.
Torra sigue contando con ellos. Para ejercer de consejeros áulicos de sus sucesores pero también para que desde Bélgica mantengan la tensión internacional
La tercera había renunciado a ser restituida, pero a los dos primeros Torra les reservaba en el primer gobierno que propusó sus antiguas carteras: Salud y Cultura, respectivamente. Ante la negativa del gobierno de Mariano Rajoy a autorizar la formación de un ejecutivo con políticos encarcelados o en extranjero, Torra les ha reemplazado por Alba Vergés y Laura Borràs.
Tras la reunión, Torra ha insistido en que sigue contando con ellos. Para ejercer de consejeros áulicos de sus sucesores pero también para que desde Bélgica mantengan la tensión internacional en torno al procés y ejerzan de «portavoces de este clamor de los catalanes por la democracia y la libertad».
«Espacio libre europeo»
El presidente catalán ya anunció en su discurso de investidura que su acción de gobierno tendría tres patas: el gobierno, una asamblea de electos encargada de redactar un borrador de constitución catalana y el llamado «consejo de la república» o «espacio libre europeo», una especie de gobierno paralelo integrado por Carles Puigdemont, instalado ahora en Berlín, y por los exconsellers expatriados en Bélgica, y que tendrá como sede la antigua residencia del expresident en Waterloo que ha acogido el encuentro de hoy.
La visita y la escenificación del arranque de ese consejo de la república (o Catalan Republican Council, que es la denominación en inglés que luce la cuenta de Twitter asociada l organismo, y que ya ha publicado varias fotografías del encuentro) tienen también la función de contrarrestar la decepción que entre los sectores más inflamados del soberanismo ha supuesto la renuncia de Torra a seguir manteniéndole el pulso a Rajoy por la frustrada toma de posesión de Comín, Puig y también Josep Rull y Jordi Turull, estos dos encarcelados en la prisión de Estremera.
Puigdemont marca el paso
Este mismo miércoles por la mañana, antes de volar a Bélgica, Torra se ha reunido con el grupo parlamentario de JpC y luego ha difundido en su cuenta de Twitter dos fotos en las que el president mantenía sendas videoconferencias con el grupo del Pdecat en el Congreso y con Puigdemont, ambas para «coordinar y abordar el posicionamiento de cara a la moción de censura a M. Rajoy», según anunciaba en el tuit.
Se trata de un gesto, otro más, para seguir evidenciando que es el expresident, como máximo responsable del «consejo de la república», quien sigue marcándole el paso al partido y a su sucesor.