Sánchez ordena perfil bajo al PSOE para mantener en vilo a Cs y ERC

Carmen Calvo y Pere Aragonès mantienen el hilo abierto aunque el Gobierno todavía no concreta su respuesta a las nuevas exigencias de la Generalitat

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Aunque Pedro Sánchez ha visto en los últimos días cómo se reducían sus apoyos en el Congreso, el presidente del Gobierno se siente particularmente satisfecho por la reciente aproximación de PSOE y Ciudadanos, y así lo ha defendido en la última ejecutiva de los socialistas. A Sánchez le interesa particularmente que Cs continúe en su órbita y no cree que por ello deba dinamitar su relación con el llamado bloque de investidura (construido sobre ERC y PNV). Eso sí, para mantener a su alcance la posibilidad de pactar con unos y otros, el presidente ha ordenado al PSOE que actúe con perfil bajo a partir de ahora.

Sánchez está convencido de que si el PSOE rebajando el tono, evitando guerras innecesarias y, en definitiva, «despolitizando» la pandemia y reforzando los mensajes relacionados con el consejo de los desconocidos expertos puede mantener abierto su abanico de aliados. Y así salir airoso de cara a próximas votaciones en el Congreso. Toda esta estrategia se abordó a lo largo de tres horas durante la mencionada ejecutiva del PSOE, reunida de forma telemática. 

El líder del PSOE dejó claro que quiere conservar la alianza con Ciudadanos aprovechando su predisposición al pacto, y quiere hacerlo aunque solo sea durante un tiempo porque la política ha pasado a medirse en quincenas en esta crisis. Una quincena es, a estas alturas, un buen trato. Y dos es magnífico.

Al fin y al cabo, considera Sánchez, el último acuerdo entre PSOE y Cs no ha provocado apenas pérdidas en el camino porque, si bien es cierto que ERC mantiene en pie las amenazas de abandonar definitivamente al Gobierno, también lo es que la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, y el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, mantienen en el hilo, según ha podido confirmar Economía Digital. Hay hilo, pero no hay avances de ningún tipo, según las fuentes consultadas.

Las complicaciones entre PSC y ERC

ERC no ha roto la baraja, pero va alargando su lista de peticiones al Gobierno. Ya no sólo reclama a Sánchez que ponga fin al mando único, sino que también exige ahora que el Gobierno dé permiso a los municipios para gastar su margen de superávit en la lucha contra la pandemia. Y más aún: reclaman también los republicanos la creación de un permiso retribuido para los padres para que no puedan trabajar y deban hacerse cargo de los hijos. Por último, exigen recuperar la mesa de diálogo del proceso soberanista más pronto que tarde aunque, de momento, no vuelcan sus energías en esta última petición.

Aragonès ha trasladado todo ello a Calvo, pero de momento no ha obtenido ninguna respuesta. El Gobierno consideró un acierto su estrategia de negociar los apoyos a la prórroga del estado de la alarma a última hora y no ve motivos para correr ahora porque tiene varios días —una eternidad en las actuales circunstancias— para preparar el terreno de cara a las próximas votaciones. 

El PSC, que hizo imposible cualquier pacto entre el PSOE y el ERC al forzar un pleno extraordinario en el Parlament sobre la gestión de las residencias de ancianos en Cataluña, se mantiene a la expectativa.

En los últimos tiempos, la relación entre PSC y ERC se ha congelado prácticamente, puesto que Esquerra solo da carrete a su relación con el PSOE. Los de Miquel Iceta han tomado nota del desdén de los republicanos y quieren enseñar las uñas a los de Oriol Junqueras, aunque sólo sea de tanto en tanto. No hay problema por parte del PSC en poner en dificultades a Junts per Catalunya, tal y como desea ERC, pero los socialistas catalanes no piensan diluirse en la oposición en esta larga precampaña de las elecciones catalanas.

La «sobreactuación» de ERC

Así que el PSC mantiene empuñada la espada a la espera de las circunstancias. Si PSOE y ERC no acercan sus posiciones, Iceta verá vía libre para seguir su ofensiva en el Parlament contra la gestión de la pandemia por parte de la Generalitat. 

«ERC sabe que se ha equivocado votando en contra de la prórroga del estado de alarma e intentan culparnos a nosotros de su decisión equivocada», comienzan a repetir los socialistas.

 

 

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