Sánchez se lleva la foto que buscaba
El presidente del Gobierno cumple con su objetivo y se marcha satisfecho tras una jornada de cambios e improvisaciones
Pedro Sánchez consiguió la foto que quería. Solos él y el president Quim Torra. La imagen no ha sido la de una cumbre entre dos gobiernos. Objetivo previo cumplido por Moncloa. Al llegar Sánchez no estaba claro. Vayamos por partes desgranando los últimos escarceos de la batalla de la comunicación.
Llegó primero el president de la Generalitat, en un vehículo familiar, poco solemne, como si fuera a acudir a un pícnic. El presidente Sánchez llegó con dieciséis minutos de retraso. Torra salió a saludarle y no hubo posado previo en el exterior.
Elsa Artadi asomaba la cara en el quicio de la puerta del palacio de Pedralbes mientras entraba en el edificio el presidente Sánchez. Apareció perdida, fuera de lugar, como sorprendida de que no hubieran aparecido la vicepresidenta Carmen Calvo y la ministra Meritxell Batet. La tensión y desconcierto, con los cámaras luchando por conseguir una imagen, da idea de la batalla de los símbolos que era en parte una partida de pillos.
La reunión se celebró con una normalidad acorde a la anormalidad de todo lo que envuelve el contencioso catalán
Demasiadas cosas para un solo día. Los presos en huelga de hambre empezaron a comer. Los partidos independentistas aprobaron el techo de gasto. Es decir, de repente apareció como una posibilidad que se puedan aprobar los presupuestos, salvar la legislatura. Bueno, esto es mucho decir, pero es un primer paso y, sobre todo un símbolo, un gesto.
La reunión, que hace una semana parecía imposible, se celebró con una normalidad acorde a la anormalidad de todo lo que envuelve el contencioso catalán. Una hora y cinco minutos el presidente y el president.
En una puesta en imagen más provisional y modesta, los actores secundarios. Calvo y Batet con Elisa Artadi y Pere Aragonès. Los representantes de la Generalitat no lucían muy satisfechos con la puesta en escena de un encuentro que finalmente no ha tenido apariencia de cumbre.
Foto en el Palacio de Pedralbes de Barcelona, en la víspera del Consejo de Ministros que se celebrará en la Llotja de Mar. EFE
Solamente un derbi de alto riesgo podía haber concitado tanta expectación y tantas medidas de seguridad para controlar a las barras bravas del independentismo. Un partido de dos tiempos distanciados por un día. Primero la reunión y la cena con los empresarios catalanes; al día siguiente, Consejo de Ministros.
Como el vaticinio era la catástrofe, la normalidad es la noticia más importante; el contenido del encuentro, un factor secundario que indica un primer paso para reconducir un dialogo bloqueado.
Pedro Sánchez ha ganado el primer asalto
Pedro Sánchez ha jugado fuerte y arriesgado mucho: ha ganado el primer asalto. El discurso catastrofista del PP y Ciudadanos aparece fuera de foco a la vista de lo sucedido.
Las comparecencias anunciadas, primero de Batet y después de Artadi, se hicieron esperar. Como si estuvieran construyendo dos relatos que no fueran totalmente contradictorios. Luego, en una jornada de cambios e improvisaciones, apareció Artadi para dar cuenta de un comunicado conjunto de las dos partes. Televisión Española (TVE), que retrasmitía la comparecencia en directo, dejó de trasmitir, tal vez porque la portavoz de la Generalitat intervenía en catalán.
Todos pendientes del 21-D
Al final, en una jornada de cambios e improvisaciones, Artadi compareció primero. Buenas palabras y promesas de diálogo democrático como confirmación de que el contenido de la reunión era solo el adobo de una foto, que sin duda ha ganado el presidente Sánchez.
La consellera de la Presidència explicó que el president Quim Torra expresó a Pedro Sánchez «la necesidad de dar una respuesta democrática» y detalló que ambos gobiernos se han emplazado a una futura reunión el próximo mes de enero en la que participarán miembros de ambos ejecutivos. Elsa Artadi rizando el rizo del surrealismo informó que se habían realizado tres reuniones consecutivas, «primero una del president Torra y el presidente Sánchez; luego otra del conseller Aragonès y yo misma y otra de los seis».
Desde Moncloa trasladen satisfacción por el balance de un día «tan complejo»
Meritxell Batet entró por derecho: «Hoy se ha celebrado una reunión institucional entre el presidente del Gobierno y el president Torra. Las interlocutoras habituales del día a día hemos aprovechado para vernos, dado que estamos todos aquí». Batet aclaró que no se había hablado del artículo 155 y que estaba satisfecha con el resultado de «la reunión».
Las manifestaciones ante el Palacio de Pedralbes y del hotel donde cenaban Sánchez y Torra con los empresarios han sido más bien muy modestas; de andar por casa. El apocalipsis no se ha producido en la primera jornada de este encuentro. Habrá que esperar para sacar conclusiones.
Fuentes de Moncloa han manifestado la satisfacción por el balance de un día «tan complejo». El desorden y retraso de los actos programados hizo que las televisiones que informaban en directo recuperaran la programación habitual. La noticia ha sido que la reunión se ha celebrado y nadie ha arrojado ninguna piedra dialéctica a la otra parte.
Ahora toca esperar a lo que ocurra alrededor del Consejo de Ministros.