Sánchez acaricia la investidura pese al malestar en el PSOE
El pacto con ERC, pendiente de "flecos", pone en guardia a dirigentes del PSOE, que ya toman posiciones ante la posibilidad de que descarrile
Pedro Sánchez ya acaricia la investidura porque el pacto con ERC únicamente está pendiente de «flecos». La fumata blanca se aproxima, aunque persisten enormes interrogantes sobre el alcance que tendrá la sociedad de Sánchez con ERC para las costuras de la España constitucional.
Sólo hay una cosa que está clara y es que Sánchez ha decidido someterse a la agenda soberanista para ser presidente del Gobierno. El líder del PSOE se ha impuesto a todos aquellos dirigentes de su partido que ni veían ni ven con buenos ojos su acuerdo con los independentistas de Esquerra y lo ha hecho porque ésa era la única suma posible tras sellar por escrito un acuerdo de gobierno con Podemos.
Al presidente en funciones no le ha temblado el pulso para aceptar la exigencia de ERC de una mesa de diálogo ajena al desarrollo clásico del autogobierno catalán (traspasos de competencias y financiación), sino que está diseñada para que ERC ponga sobre la mesa asuntos como la soberanía y la amnistía.
El convencimiento de destacados dirigentes del PSOE es que el pacto con ERC está condenado a descarrilar y ya hay quien está tomando posiciones ante el futuro naufragio de Sánchez. Los hay que lo han hecho con alguna sutileza como José Luis Ábalos, experto en desatar la irritación de Esquerra, y los hay que no pierden baza para expresar su contrariedad como Emiliano García Page, presidente de Castilla La-Mancha, que siempre está a punto para recordar que en «no hay en España espacio para el privilegio».
Sánchez, no obstante, intenta compensar esas voces con los barones que no discuten sus planes. De ahí que Miquel Iceta (PSC), Ximo Puig (Comunidad Valenciana) y Francina Armengol (Islas Baleares) calmen los ánimos de sus compañeros respecto al pacto con ERC.
Todo ello presagia una implosión del PSOE debido a los difíciles equilibrios que Sánchez va a tener que hacer con Podemos y con ERC ante el estrecho marcaje que va a sufrir de los partidos de la oposición en el Congreso.
El calendario de ERC
Falta poco para que el experimento de gobierno se ponga en marcha. Pero falta algo. Esquerra, en todo caso, esperará a que la Abogacía del Estado dé a conocer públicamente su postura sobre qué hacer con Oriol Junqueras tras la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que determinó que debería haber tenido inmunidad desde que se proclamaron los resultados de las europeas del 26-M.
Aunque los republicanos admiten que desde la sentencia, ha seguido habido contactos “más discretos” con los socialistas, y que el acuerdo, por lo que respecta al formato de la mesa de negociación entre la Moncloa y la Generalitat, está ya solo pendiente de detalles.
Por lo que respecta a esa postura que se espera de la Abogacía -es decir, del Gobierno-, la versión oficial de Esquerra es la misma que hasta ahora. “No entenderíamos que el criterio fuera otra que el de cumplir y hacer cumplir la sentencia” del TJUE, insisten en ERC.
Aunque, de puertas para adentro, dirigentes republicanos admiten que para desbloquear la investidura podría bastar con que la Abogacía del Estado formule la petición de que Junqueras pueda salir de la cárcel para recoger su acta de eurodiputado. Con independencia, claro, de la decisión que finalmente tome el Supremo al respecto.
Sánchez descuenta los días
Otra cosa es si habrá tiempo para esa investidura exprés que Sánchez quiere que llegue antes que los Reyes. Un acuerdo requeriría de una última reunión entre los negociadores de ambos partidos para escenificar el pacto, y de la convocatoria por parte de ERC de un consejo nacional, su máximo órgano de decisión entre congresos, y que sería quien tendría que dar la luz verde definitiva a la entente con el PSOE.
En todo caso, el Congreso ha habilitado los días 28, 29 y 30 (el sábado, el domingo y el lunes que viene) por si existe la posibilidad de celebrar ya este fin de semana la sesión de investidura.