El primer coste de un pacto entre Sánchez y Junqueras
El posible acuerdo entre PSOE y ERC no incluirá, por deseo de los republicanos, ningún tipo de compromiso sobre los presupuestos generales del estado
Quienes confían en que el posible acuerdo entre PSOE y ERC sirva para dar estabilidad a España no tienen, en realidad, muchos motivos para hacerlo. No sólo porque las peticiones de ERC relacionadas con la autodeterminación no tengan encaje constitucional, sino porque el pacto, si se consuma, nacerá sin un compromiso para aprobar los presupuestos generales del estado.
Los dirigentes del PSOE han accedido a negociar con ERC la formación de un nuevo órgano para canalizar una relación bilateral entre Gobierno y Generalitat, aunque todavía no han concretado su blindaje jurídico. Lo hicieron confiando en que esta cesión sirviera para que los republicanos comprometieran sus apoyos a los presupuestos. Pero ERC no quiere llegar tan allá.
«El PSOE tiene la intención de vincularlo todo, investidura y presupuestos. Pero nosotros ya les hemos dicho que no vamos a dar ahora un sí a los presupuestos», explican fuentes soberanistas, que si bien no se niegan a una futura negociación de las cuentas, no quieren atarse de esa forma al PSOE.
El episodio de La Plaza de esta semana analiza la evolución de las negociaciones entre PSOE y ERC
«Puede existir una predisposición a poder hablar de todo, pero nosotros no podemos garantizar ahora que vamos a votar los presupuestos generales del estado», avanzan estas mismas fuentes, contrarias a que ERC firme un acuerdo de estabilidad parlamentaria de ese alcance.
Esto significa que España podría seguir otro año más con los presupuestos prorrogados. Sería ya el tercer ejercicio en falso, puesto que las Cortes no aprueban un proyecto desde el año 2017 (correspondiente a los presupuestos de 2018).
El PSOE o buena parte del PSOE
Pero el PSOE o, mejor dicho, buena parte de los dirigentes del PSOE intentan camuflar el asunto y alimentar la posibilidad de un acuerdo con ERC conforme a «la seguridad jurídica», el circunloquio que ahora emplean para evitar la Constitución.
Los socialistas o, mejor dicho, el círculo que rodea a Pedro Sánchez, intenta aislarse de todos los contratiempos que han sufrido esta semana debido a la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que ha dado alas al soberanismo para atacar a la justicia española, y presentar la negociación con ERC con una sobreactuada normalidad. Este sector subraya que las conversaciones con Esquerra han fluido incluso con el fallo de Estrasburgo de por medio sin hacer zozobrar el hilo negociador.
Formalmente, ni siquieran han renunciado a que Sánchez sea investido antes de fin de año. Y, de hecho, han medido los tiempos para que el Congreso de los Diputados esté preparado para ello siguiendo las instrucciones de la presidenta de la Cámara, la socialista Meritxell Batet.
El calendario deseado por Sánchez es cerrar en la semana entrante el acuerdo con ERC y acordar el 27 de diciembre como primer día de la sesión de investidura. Si es así, Batet se pondría en contacto con los grupos parlamentarios el día 24 por la mañana para acelerar los preparativos.
El papel de Ábalos en la negociación con ERC
Pero no todo el PSOE comparte los planes de Sánchez. Ni siquiera alguno de sus hombres de confianza como José Luis Ábalos, que ha protagonizado dos contundentes episodios para poner a prueba las tragaderas de ERC.
Ábalos sometió esta semana a ERC a cierto ultraje, al asegurar que los republicanos habían renunciado a la independencia por la vía unilateral. La maniobra irritó enormemente a los republicanos, que prefirieron cerrar el asunto diciendo que no aceptarían prisas ni chantajes.
Pero el asunto ha dejado interrogantes. ¿Actúa Abalos por su cuenta con el propósito de que descarrilen las negociaciones con ERC? Aunque nadie se atreve a decirlo en voz alta, lo cierto es que tanto socialistas como republicanos sospechan que sí porque el secretario de Organización del PSOE intenta mantener así las simpatías de los barones de su partido.