Puigdemont se lanza en brazos de ultraliberales y anticastristas en EEUU
El presidente se reúne con la influyente AEI, cuyo líder defiende que Cataluña pueda ser el Honk Kong de Europa y con congresistas republicanos de Florida
El presidente catalán Carles Puigdemont se entrevistará este miércoles en Washington con el presidente del adalid del ultraliberalismo en Estados Unidos, Arthur Brooks, que está al frente del American Entreprise Institute, (AEI), el gran think tank ideológico que nutre durante décadas al Partido Republicano. Horas más tarde, reservado en la agenda del presidente, Puigdemont se reunirá con tres congresistas republicanos anticastristas, de la línea dura del Partido Republicano, partidarios de reforzar al ejército norteamericano. Se trata de los congresistas por Florida, Mario Diaz-Balart, Lleana Ros-Lehtinen y Carlos Curbelo. Y lo hará en un domicilio privado de uno de los tres congresistas.
La agenda de Puigdemont en su viaje a Estados Unidos persigue el objetivo del independentismo liberal de derecha, que considera que la independencia de Cataluña tendrá viabilidad si logra apoyos en Estados Unidos, en la comunidad judía internacional y apuesta por un modelo socio-económico netamente liberal para atraer inversiones. Esa ha sido la apuesta en los últimos años, desde que se inició el proceso soberanista, de Artur Mas, y del núcleo de asesores del expresidente, y que sigue ahora Puigdemont.
Pero casa mal con sus actuales socios, Esquerra Republicana –pese a haber liberales en sus filas– y la CUP, que ya se ha movilizado en las últimas semanas al preguntar si Puigdemont debe viajar para entrevistarse con anticastristas.
Se trata de una combinación extraña la de Puigdemont, que desayuna con la CUP, come con ultraliberales y merienda con anticastristas próximos a Trump.
Puigdemont desayuna con la CUP, come con ultraliberales y merienda con anticastristas
El presidente catalán come este miércoles con Arthur Brooks, que se casó con una catalana, y que tocó en una orquesta en Barcelona. Con Brooks, Puigdemont quiere analizar el futuro encaje de una Cataluña independiente en Europa. En algunas entrevistas, el presidente de la AEI, influenciado por las lecturas de un economista que para él es una referencia –el liberal independentista Xavier Sala-Martín-– ha asegurado que “Cataluña podría ser la capital financiera y comercial de Europa, podría ser el Hong Kong de Europa”. Es decir, podría cumplir el sueño de los ultraliberales catalanes, al convertir Cataluña en una especie de paraíso fiscal, o de nueva Irlanda, con bajos impuestos para atraer a inversores internacionales. Todo eso no parece ser el programa que defiende ERC, ni la CUP, ni el propio Pdecat socialdemócrata que dirige ahora Marta Pascal.
Brooks, que proviene de una familia de “clase media-baja”, abrazó el capitalismo, como si fuera una aparición, y cree que la Europa socialdemócrata está condenada al fracaso. En una entrevista en febrero de 2015 en El Mundo criticaba con contundencia al presidente Obama, al calificarlo como “un europeo que está intentando que todo el mundo tenga más seguridad a costa de tener menos libertad”, y se lamentaba que Estados Unidos fuera, en ese momento, una rémora en contra de la libre empresa. “Tenemos un presidente que dice que el capitalismo es injusto, que el problema que tenemos es la desigualdad de ingresos, lo cual no solo es falso, sino también peligroso. ¡Qué irónico! Somos el motor del capitalismo, pero cada día somos menos capitalistas”, aseguraba.
Arthur Brooks ve a Cataluña con posibilidades si es el Hong Kong de Europa
La otra pata del viaje de Puigdemont, además de contar con todos los estudiantes catalanes en los diferentes centros universitarios que le han organizado las conferencias, se centra en una reunión con congresistas de origen cubano, de Florida, anticastristas y fervientes defensores de la doctrina bélica del presidente Trump. Será sobre cuatro de la tarde, hora local, en Washington, e irá acompañado del consejero de Relaciones Institucionales, Raül Romeva, que años atrás, cuando era un dirigente de Iniciativa per Catalunya-Verds, no era un amigo, precisamente, del exilio cubano en Florida.
El trabajo previo, sin embargo, ya lo había hecho en 2014 Artur Mas, según ha podido conocer Economía Digital. En noviembre de 2014, Carles Llorens, como presidente de la Organización de Regiones Unidas, contactó con diferentes congresistas, como Lincoln Díaz-Balart, un abogado especialista en derecho internacional en Miami.
Fue uno de los congresistas que más influyó en la legislación para fortalecer el embargo de Estados Unidos contra el régimen cubano. Ahora, Puigdemont se entrevista con su hermano, Mario Díaz-Balart, que es miembro de la comisión de consignaciones, la que conduce los fondos a las agencias gubernamentales. Se trata de un opositor radical al régimen cubano. Miembro del Partido Republicano, calificó a Obama de appeaser-in-chief, algo así como un pacificador en jefe, criticando su rechazo a un mayor esfuerzo militar por parte de Estados Unidos. Defiende la reforma de inmigración de Trump, y trata de movilizar a todos los congresistas en esa dirección.
Los republicanos que se entrevistan con Puigdemont son seguidores a ultranza de Trump
Los otros dos congresistas pertenecen a la misma línea de pensamiento: Ileana Ros-Lehtinen y Carlos Cuberlo. La primera nació en Cuba y es también republicana. Defiende con fervor la comunidad judía, y apuesta por reforzar las políticas armamentísticas para combatir el extremismo islámico, en línea con Trump. En el caso de Cuberlo, el más joven, nacido en 1980, es también un defensor de Israel, pide que se refuerce el Ejército de Estados Unidos y asegura que la prioridad absoluta debe ser la defensa de las libertades de los norteamericanos, alineado con las políticas de Trump.
Con todos ellos, Puigdemont quiere difundir el proceso soberanista catalán, y analizar qué caminos se pueden seguir.
La otra gran pata, el lobby judío, ha quedado a medio camino, porque Puigdemont había intentado entrevistarse con el rabino que convirtió a la hija de Trump, Ivana Trump, al judaísmo, tras casarse con el ahora influyente, como asesor del presidente, Jared Kushner. Los cuerpos diplomáticos y la propia sinagoga en Nueva York, frustraron los deseos del gobierno catalán, que pretendían un acercamiento con el entorno de Trump. Pero el jueves, Puigdemont visitará el Jewish Museum, ya en Nueva York, con el propósito de que el museo pueda albergar la exposición del Museo de Historia de Barcelona sobre las Hagadás catalanas, los libros de la Pascua judía, obras espléndidas del Gótico catalán.
Ese mismo día, la comida de Puigdemont con los catalanes de Nueva York tendrá invitados conocidos. Muchos de ellos ayudan al soberanismo para trasladar internacionalmente sus postulados, pero también estarán médicos y diplomáticos. Con Puigdemont almorzarán Carles Boix, Mercè Paratje, Xavier Sala-Martín, Cristina Gallach, Josep Baselga, Joan Massagué, Roser Salavert, Valentí Fuster y Jordi Verdú.
Y eso sí, una visita a las oficinas del F.C.Barcelona en Nueva York para acabar la tarde del jueves.