El entorno de Donald Trump planta a Carles Puigdemont
Una sinagoga de Nueva York cancela el encuentro del presidente catalán con el rabino Lockstein, que dirigió la conversión al judaísmo de Ivanka Trump
El movimiento independentista confía en Israel. Quiere estrechar relaciones, porque se considera que puede favorecer la soberanía de Cataluña. Y los intentos se suceden, para llegar, también, a la presidencia de los Estados Unidos (EEUU). El presidente catalán, Carles Puigdemont, viajará a Nueva York entre el 26 de marzo y el 1 de abril. Para ese último día, entre las 10:30 y 12:30 horas, tenía previsto un encuentro con el rabino Haskel Lookstein, en la congregación Hehilath Jeshurun, en el upper east Ssde de Manhattan. La propia sinagoga y después de recomendaciones de los cuerpos diplomáticos de Israel, ha cancelado, sin embargo, la cita, según fuentes conocedoras de los contactos.
Y es que Lookstein es un rabino conocido y bien conectado con la familia Trump. Fue quien dirigió las prácticas para convertir a Ivanka Trump al judaísmo, tras su matrimonio con Jared Kushner, judío, y ‘consejero’ del presidente Donald Trump, que han sido criticadas por la ortodoxia en Israel. La cancelación obedece a la convicción de que no es necesario enemistar a nadie y que la causa de Cataluña no interesa a Israel, ni una hipotética fotografía entre miembros del gobierno catalán y el presidente Trump.
Esa sinagoga de Nueva York es la que frecuentan Ivanka Trump y Jared Kushner, aunque ahora se han mudado a Washington para trabajar codo con codo con el presidente norteamericano. La idea del entorno de Puigdemont era buscar esa aproximación, con el argumento de que en Cataluña existe un apoyo mayoritario hacia el estado de Israel, albergando la posibilidad de una aproximación con Trump. La cita, en todo caso, deberá esperar.
Israel no tiene un especial interés en el proyecto soberanista de Cataluña y prueba de ello ha sido el proceso para nombrar al cónsul de Israel en Barcelona
Fuentes consultadas consideran que Israel no tiene un especial interés en el proyecto soberanista de Cataluña y que prueba de ello ha sido el proceso para nombrar al cónsul de Israel en Barcelona. La embajada de Israel en Madrid comunicó oficialmente el nombramiento del cónsul en Barcelona el pasado 5 de diciembre, en la persona de José Antonio Sánchez Molina, un abogado especializado en derecho mercantil, alejado de las tesis nacionalistas. Barcelona había tenido cónsul entre 1994 y 1998 y hasta ahora no lo ha recuperado, con el temor de que fuera aprovechado por el independentismo, que juega una y otra vez con la supuesta complicidad de Israel.
El nombramiento de Sánchez Molina provocó una gran decepción entre el soberanismo, que confiana en una figura que pudiera ayudar a la ‘internacionalización’ del proceso. En distintas reuniones, y en las que protagonizó el juez Santi Vidal con simpatizantes independentistas en distintas localidades catalanas, se ha especulado con el supuesto apoyo de Israel para financiar a la Generalitat de Cataluña cuando se produzca la ‘desconexión’ con España. Pero esa posibilidad queda muy lejos. Se trataba, según Vidal, de dos fondos de inversión “no europeos”.
Cuando se nombró a Sánchez Molina, la Asociación Catalana de Amigos de Israel (ACAI), una de las entidades a favor de Israel más importantes de Cataluña, emitió un comunicado en el que manifestaba esa decepción. “La ACAI manifiesta su desencanto con la persona que tiene encomendado tal honor –el consulado– porque su perfil no encaja con el que sería más adecuado para fortalecer los vínculos de amistad y de colaboración entre los dos países –Israel y Cataluña–, sus pueblos y sus gentes».
«Desde ACAI –continuaron– reiteramos nuestro compromiso para ensanchar los puentes que hay entre las dos naciones y nuestra voluntad de mantener las excelentes relaciones con la embajada de Israel en Andorra y en España, de tal manera que favorezcan el camino para que un día no lejano haya una embajada de Israel en Barcelona”.