Puigdemont saca de quicio al gobierno vasco

La relación entre Carles Puigdemont y el gobierno vasco, degradada desde que naufragaron los intentos del lendakari Íñigo Urkullu para impedir la declaración unilateral de independencia, no hace sino empeorar. Ahora, son unas declaraciones que el martes hizo el expresident las que han indignado al ejecutivo de Urkullu, cuyo portavoz, Josu Erkoreka ha tachado de «impertinentes y desafortunadas» las referencias que Puigdemont hizo al 155 y la época en que ETA estaba activa.

El expresidente catalán recordó, en el curso de una entrevista en TV3 y refiriéndose a la posibilidad de una nueva aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña, esgrimida ahora por Pedro Sánchez, que la intervención nunca se aplicó en el País Vasco, pese a los «casi mil muertos» asesinados por ETA. 

«Es tan evidente que son [afirmaciones] desafortunadas e impertinentes que, probablemente lo mejor es no tomarlas en consideración», dijo Erkoreka en una entrevista en Onda Vasca. «Quiero situarlas en el momento de tensión que están viviendo en Cataluña y, particularmente, el señor Puigdemont», remachó. «No ha acertado ni en la expresión ni en lo que quería decir».

El portavoz añadió que al gobierno vasco le llama la atención la cantidad de declaraciones relacionadas con el 155 que, por parte de partidos constitucionalistas, «presentan un planteamiento cada vez más próximo a su efectiva aplicación», pese a que, a su juicio, «no se dan en absoluto las condiciones objetivas» para la intervención, que Urkullu ya dijo el lunes que no veía pertinente «ni ahora ni nunca». 

Para Erkoreka, las advertencias de un nuevo 155 se están incorporando a la campaña electoral con «una frivolidad y ligereza que no deberían prevalecer». «Sería bueno que las formaciones políticas construyeran sus discursos en clave más responsable y constructiva, para que después de las elecciones sea factible un entendimiento que propicie la formación de un gobierno. 

Las relaciones entre el PNV y Puigdemont, envenenadas

Pese a considerar extemporáneas las declaraciones de Puigdemont, Erkorera aseguró que no entorpecerán «la relación de lealtad y colaboración que siempre ha existido» entre los gobiernos vasco y catalán. 

Lo cierto es que los vínculos entre la Generalitat y Ajuria Enea se enfriaron, como los del puigdemontismo y el PNV, cuando en octubre de 2017, el expresident reculó tras haberse comprometido con Urkullu a convocar elecciones para evitar una declaración unilateral de independencia que precipitara el fin de la legislatura catalana y el 155.  Torra y Urkullu limaron asperezas con un encuentro en Vitoria en noviembre del año pasado, pero la elección de Puigdemont como candidato a las elecciones europeas propició que, a diferencia de lo que era habitual, el PNV no concurriera esta vez al Europarlamento en coalición con los ahora posconvergentes.