Puigdemont: de fundador de la República a presidente de cartón piedra
ERC ofrece a Puigdemont una presidencia simbólica desde Bruselas, mientras Junts per Catalunya intenta cambiar las leyes para dar mando a su líder
Junts per Catalunya (JpC) y ERC están de acuerdo en que deben preservar la dignidad de Carles Puigdemont ofreciéndole la presidencia de algún modo, pero discrepan sobre el alcance de este cargo. El hombre que estaba llamado a ser el fundador de la República de Cataluña no quiere ser un presidente de cartón piedra, tal y como plantea ERC, cuya solución pasa por concederle una responsabilidad más simbólica que real.
En cambio, JpC ha trasladado a ERC su deseo de llevar a cabo un cambio de la ley de la Presidencia para adaptar la estructura de gobierno a la situación del líder huido a Bélgica. A la vista de que es imposible que Puigdemont sea investido por los cauces convencionales en el Parlament, JpC ha puesto en marcha la imaginación para no degradar su figura. La fórmula Puigdemont pasaría por crear un doble gobierno, uno con sede en Bruselas y otro con sede en Barcelona; el primero con funciones de orientación política y el segundo con funciones administrativas.
Los negociadores de JpC y ERC transmitieron este lunes un mensaje de optimismo respecto a la marcha de las conversaciones e incluso auguraron que se producirá un acuerdo en breve, que bien podría anunciarse esta misma semana. Esquerra dio algunas pistas al borrar de su lenguaje el concepto «investidura» y optar por el concepto «restitución», mucho más elástico y no sujeto a procedemientos parlamentarios.
La CUP teme una investidura hecha a medida del TC
El rumbo que están tomando las cosas no gusta a la CUP, que es partidaria de una investidura de Puigdemont basada en la desobediencia y así se lo trasladó al propio interesado este lunes en Bruselas. La formación antisistema se manifestó con toda claridad al expresar su rechazo a una sesión de investidura «hecha a medida para el Tribunal Constitucional (TC)», en un claro distanciamiento de que haya una Generalitat de carácter simbólico en Bruselas y otra convencional y efectiva en Barcelona. «Los acuerdos para la investidura no serán válidos si se presenta un pleno y un candidato hechos a medida para el TC», advirtió la diputada de la CUP Maria Sirvent.
La versión de JpC
JpC piensa presentar todos los acuerdos sin admitir el carácter simbólico de la presidencia de Puigdemont. «Presidencia e investidura sólo hay una y será la del presidente Puigdemont», aseguró uno de sus fieles, el portavoz adjunto de JpC, Eduard Pujol, que también se desplazó a Bruselas junto al grueso del grupo parlamentario para verse con su líder.
Los adversarios de los soberanistas temen un nuevo invento y ya se han puesto en marcha para exigir una reconducción de la situación. El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, exigió al presidente del Parlament, Roger Torrent, que ponga en marcha una nueva ronda de contactos para proponer a un nuevo candidato a la presidencia de la Generalitat. «Los plazos ya corren, si no llegaríamos al absurdo de cuatro años sin presidente», advirtió Iceta.
Jordi Sànchez es el favorito para relevar a Puigdemont; gusta al Pdecat y al expresidente
Y lo cierto es que Torrent tendrá que poner en marcha una nueva ronda de contactos porque un gobierno efectivo requeriría volver a realizar consultas a todos los partidos catalanes para comprobar quién se pone a los mandos de la Generalitat en Barcelona.
La duda, ahora, es saber quién va a ser el presidente(a) de la Generalitat investido por el Parlament, más allá de la astucia para realzar la figura de Puigdemont a nivel institucional. Junts per Catalunya tiene esta sartén por el mango porque así lo especifican los reflejan los repartos de poder con ERC. Por tanto, el pulso aquí será entre Puigdemont y el Pdecat. Y lo cierto es que hay un hombre que suscita todo el consenso entre Puigdemont y el Pdecat, y es Jordi Sànchez. Que permanezca encarcelado se ha convertido en un elemento más a favor que en contra porque, así, no haría sombra a Puigdemont