Puigdemont buscó el apoyo de Putin después del referéndum del 1-O
Una conversación incautada entre Puigdemont y el presidente de la fundación Catmón revela contactos con un "emisario" de Putin el 25 y 26 de octubre de 2017
Tras las detenciones de este martes enmarcadas en la causa abierta por presunta malversación de fondos y otros delitos en la Secretaría de Deportes de la Generalitat y la Diputación de Barcelona, han trascendido detalles hasta ahora desconocidos de la declaración unilateral de independencia (DUI) que llevó a cabo el entonces president Carles Puigdemont el viernes 27 de octubre de 2017.
Entre las novedades destaca que el expresidente catalán –fugado a Bruselas precisamente después de la DUI– buscó el apoyo de Vladimir Putin a la independencia catalana. Cargos de su entorno mantuvieron contactos con al menos un «emisario» del presidente ruso los días 25 y 26 de octubre, aunque los mismos no fructificaron por la declaración a medias que terminó anunciando Puigdemont.
Los contactos han salido a la luz tras incautar la Guardia Civil el móvil de Víctor Terradellas, entonces presidente de la fundación independentista Catmón y antiguo responsable de relaciones internacionales de Convergència, quien en varios mensajes de Whatsapp en las horas previas a la DUI informó a Puigdemont de sus reuniones con los presuntos representantes rusos y cómo proceder al respecto.
«President, soy Miquel», dice uno de los mensajes enviados desde el móvil de Terradellas y revelado este miércoles por El Periódico. La Guardia Civil intenta descrifrar la identidad del referido Miquel. «Estamos reunidos Víctor y yo con esa gente. En 24 horas nos contestan. Además mirarán: 1. Que China diga también lo suyo. 2. Que viernes antes de hacer nada, hagas videoconferencia con PU», añade el wasap.
La correspondencia se hace eco de otro secreto del Govern de Puigdemont divulgado el pasado mes de marzo: había negociado con China un préstamo de hasta 11.000 millones de euros para fundar el banco central catalán tras conseguir la independencia. Además, los investigadores sospechan de que «PU» fue el código utilizado por los interlocutores para referirse a Putin.
«Por el contexto de la conversación, podría tratarse de un error gramatical, aludiendo a realizar una videoconferencia con Putin, tal y como se refleja en reiteradas ocasiones más adelante en la misma conversación», dice un informe policial incluido en el sumario de la causa abierta. Terradellas fue detenido en 2018 en la primera fase de la operación por el presunto desvío de fondos de la Diputación a Catmón.
Puigdemont da un paso atrás
Por las conversaciones entre Terradellas y Puigdemont que se han filtrado se deduce que el president dio un paso atrás en su busca de apoyos rusos y chinos cuando vio que la independencia no tendría recorrido. Recordemos que los mensajes sobre las reuniones con el «emisario» tuvieron lugar en los días previos a la DUI, cuando Puigdemont no sabía si convocar elecciones o declarar la independencia catalana.
De hecho, Puigdemont no respondió al mensaje enviado desde el móvil de Terradellas en el que le informaba de su reunión con los rusos y de los pasos a seguir para obtener el apoyo de Putin. «Ni nos has escuchado, creo que nos lo merecíamos. Todo iba adelante y creo que hubiéramos podido apurar hasta el último momento, lástima», le reprochó el presidente de Catmón el 26 de octubre por la mañana.
Puigdemont le respondió ese jueves, justificándose: «No tenía ya ningún margen. Y el escenario era devastador para Cataluña. Lo siento. Sé que no es ni fácil ni agradable aceptar, pero no tenía ningún convencimiento de que nos íbamos a salir». Terradellas le dice que los rusos habían garantizado una «declaración» y los chinos «dinero», y lo único que pedían al president era «apurar».
La conversación de ese 26 de octubre sigue ese mismo curso de cruce de reproches y Tarradellas insiste en reunirse con Puigdemont en el Palau de la Generalitat, hasta que el president accede. «Subid por Canonges», le escribe el líder independentista a Terradellas, que le había dicho que estaba con el referido Miquel y un tal Carles. Sobre lo acontecido en el encuentro, no se sabe mucho.
Se sabe que Puigdemont esa tarde decidió no convocar elecciones ni declarar la república, decisión que dejó en manos del Parlament. Y se sabe que al día siguiente sí que activó la DUI, que duró unos pocos segundos antes de la aplicación del artículo 155, y que el mismo president dejó en suspenso tras anunciarla. El 29 de octubre ya había huido a Bélgica y Terradellas, como muchos otros, no estaba enterado.
Terradellas envió un último mensaje a Puigdemont el mismo domingo de su fuga. Le emplazó a «jugar y ganar la partida de las legitimidades», «demostrar nuestro sentido de Estado y control del movimiento político» y «mantener el liderazgo y mando». También se frotó las manos con la retirada de la bandera española del Palau y con poner a prueba la lealtad de los Mossos d’Esquadra en esas circunstancias.
Puigdemont no respondió más.