Duran: «El soberanismo debe admitir que nadie recibe al gobierno catalán»
El autor de 'Un pa com unes hòsties' asegura que el independentismo debe entender que no puede forzar una sociedad que ya está fracturada
Josep Antoni Duran Lleida y un libro: Un pa com unes hòsties (ED Libros). A esa obra se acoge el ex dirigente de Unió para ofrecer una posible salida al problema catalán, desde una primera constatación que debería provocar una gran reflexión en las filas del independentismo: “El soberanismo debe admitir que nadie recibe al gobierno catalán, y que sin reconocimiento no podrá hacer nada”.
Duran presentó este jueves en La Casa del Libro Un pa com unes hòsties, en un auditorio totalmente lleno, con ex dirigentes de Unió, responsables de las patronales catalanas y de las cámaras de comercio, empresarios, diputados en el Parlament y medios de comunicación, como Joaquim Gay de Montellà; Miquel Valls, José Luis Bonet, Enrique Lacalle, Miquel Iceta, Javier Godó, Luis del Olmo y los ex diputados Josep Sánchez Llibre, Jordi Casas, Manuel Silva, Maria Eugènia Cuenca, o Concepció Ferrer entre otros, además de ex dirigentes, como el propio líder de Unió hasta el concurso de acreedores, Ramon Espadaler, o Pere Navarro. También asistió el ex presidente del Cercle de Economía, el economista Antón Costas, el director general del Cercle, Jordi Alberich, además de numerosos ex altos cargos de Unió, el ex gerente del Barça, Antón Parera, o la ex diputada en el Congreso, Anna Balletbó, o abogados como Joan antón Sánchez Carreté o uno de los impulsores de Tercera Via, el notario Mario Romeo.
Duran Lleida durante la presentación del libro, junto a Enric Juliana
Nadie, eso sí, del otro lado: ni del Pdecat, de ERC o de Ciudadanos, con lo que se refuerza una idea que Duran ha ido desgranando en los últimos años, y es que la sociedad catalana se ha partido en dos, con pocas posibilidades para “volver a encajar las dos partes, que sería lo necesario”.
Con la voluntad de seguir fuera de la primera línea política, pero con un discurso incisivo, con el ánimo de provocar el debate, Duran ofreció tres mensajes: “El independentismo está en un callejón sin salida, sabe que no obtendrá la independencia; debería ser consciente de que la sociedad catalana está fracturada, al margen de si sube un poco o baja el porcentaje de los que querrían la independencia, como ha mostrado la encuesta del CEO; y también debería admitir que nadie recibe al gobierno catalán en el extranjero, más allá de dos o tres congresistas que se pueden encontrar en un pasillo. Eso debería obligar a una reflexión sería, del por qué sucede eso”, aseguró Duran, porque “en ese caso, el independentismo no tiene ninguna posibilidad”.
Tras la presentación de Fèlix Riera, director editorial de ED Libros, la editorial de Economía Digital, y de los periodistas Enric Juliana (La Vanguardia) y Albert Sàez (El Periódico), Duran insistió en que el título de su libro obedece a su idea de que con el proceso soberanista se ha roto el mapa político catalán, con el PSC diezmado, CiU desaparecida, ICV dividida, y con el ascenso de Ciudadanos y Esquerra como fuerza política central. Todo ello sin que se haya logrado ningún avance. Lo hizo tras agradecer la colaboración de Xavier Viejo, el que fuera la cara pública de Unió ante los medios de comunicación.
Duran advierte de que no se puede ofender diciendo que España es como Turquía
Pero Duran también reclamó un esfuerzo a la otra parte. El ex dirigente de CiU en el Congreso recogió el guante lanzado por Albert Sàez, quien consideró que Duran ha querido rebatir en el libro a la caricatura que se ha hecho de él. Y es que Duran también defiende en Un pa com unes hòsties que el Gobierno español debe hacer el paso más decisivo, debe hacer política, “porque es el mayor responsable y ello porque es el que más poder tiene para poder solucionar el problema, y al que le toca tomar la iniciativa”.
Miquel Iceta y Javier Godó durante la presentación del libro
En el libro sugiere que si se quiere votar se deberá realizar a través de un referéndum pactado, y que en algún momento el Gobierno español debería también reflexionar sobre ello. Duran valoró el acto de Rajoy del pasado martes en Barcelona, pero le pidió ser constante y dar un paso más, de carácter político.
Tras un diagnóstico de la situación, de las interpretaciones que se pueden hacer en función de la familia ideológica, como apuntó Enric Juliana, Duran rebatió que lo que ocurre en Cataluña sea un problema de España. “Es un problema nuestro, de Cataluña, que afecta, claro, al conjunto de España”. Es decir, es en la política catalana donde se debe analizar cómo se puede encontrar una salida, aunque “lo que se debe pedir ya es que todos se sienten en la mesa y busquen un acuerdo”.
Duran pide que sea el Gobierno español quien tome la iniciativa política
Duran no evitó las pullas. No las quiere evitar, aunque ya no esté en esa primera línea. La primera la lanzó contra el presidente Carles Puigdemont, “porque no se puede decir que España sea una democracia como la turca, es una ofensa a la otra parte que duele, porque no es verdad”, en alusión a las palabras de Puigdemont desde Estados Unidos donde se encuentra de viaje. “Nos debemos poner en la piel del otro, y eso no se hace desde el soberanismo”.
La segunda es al conjunto del soberanismo y al Pdecat en concreto. “No se entiende que el Pdecat sea más agresivo, que tenga un lenguaje directo y ofensivo hacia España y el Gobierno español, y que quien adopte una posición mucho más moderada sea Esquerra Republicana”. La otra pulla, en la misma dirección, fue implícita durante toda su intervención. Si alguien tenía una agenda internacional de primera división, ese era él y la red que había establecido Unió Democràtica al pertenecer a la internacional democristiana, reconocida en todo el mundo. El soberanismo, con Artur Mas a la cabeza y ahora con Puigdemont, en cambio, no ha tenido apenas interlocutores fuera de Barcelona.
Los exdirigentes democristianos se vuelcan en el acto de Duran, con empresarios y políticos
Duran lamentó que en las próximas elecciones al Parlament no exista ninguna fuerza política que se identifique con el catalanismo que había representado CiU, aunque ese papel lo quiere lograr el movimiento Lliures, que el próximo jueves decidirá si se convierte o no en un partido político. Uno de sus impulsores, Roger Montañola, estuvo presente en el acto de Duran.
Y admitió que Unió, en solitario, tras romper con Convergència, no ha sabido hacerlo, y ahora se encuentra en liquidación. Pero reivindicó un hecho que provocó largos aplausos en la sala: “Un político no debe ponerse en una manifestación, debe dirigir y llevar a la sociedad en la dirección que cree que es la mejor para el conjunto, y si no le siguen, se va”.
Fue una apelación directa a Artur Mas, que, desde el inicio del proceso, con la Diada de 2012, aseguró que él se limitaba a “acompañar” a los partidarios del soberanismo, a ser el “cauce” de esa aspiración colectiva, renunciando al papel que reclama Duran a todo dirigente político.
Un pa como unes hòsties explica ese proceso, en el que Duran reflexiona sobre cómo se podría superar una situación complicada, con la idea de que “puede acabar en una gran frustración”.
Tras su intervención, abrazos, comentarios, lamentos, y preocupación. Unió ya no existe como fuerza política, pero el mensaje de Duran interroga al conjunto de la sociedad catalana, con una gran incógnita: ¿Cómo se sale de esta situación? ¡En el libro hay algunas respuestas!