Pedro Sánchez y Quim Torra pactan volver a la mesa de diálogo
La Generalitat y el Gobierno central acuerdan que la reunión se celebre en Barcelona, en plena negociación por los Presupuestos Generales del Estado
Los presidentes de la Generalitat, Quim Torra, y del Gobierno, Pedro Sánchez, han acordado volver a sentarse en la mesa de diálogo, en una reunión que se celebrará en Barcelona previsiblemente este mes de septiembre. Ambos mandatarios han acordado el emplazamiento a través de una llamada telefónica.
Sobre el contenido de la mesa de diálogo, ambos presidentes se han instado a negociar un orden del día para la próxima reunión de la mesa de diálogo. Sánchez ha llamado a Quim Torra este lunes por la tarde para pactar la reanudación de este órgano, que tiene como objetivo encauzar una salida dialogada a la crisis catalana en plena negociación para aprobar los Presupuestos Generales del Estado.
Sánchez habría preguntado a Torra su disponibilidad en la agenda, a lo que el presidente catalán le habría remarcado que los próximos 17 y 23 de septiembre está citado a declarar en el Tribunal Supremo por su negativa de retirar la pancarta independentista de apoyo a los presos del procés de la fachada del Palau de la Generalitat.
Torra ha vuelto a insistir con la inclusión del ejercicio del derecho a la autodeterminación y la amnistía de los dirigentes políticos encarcelados. El presidente catalán ha insistido en que en esta orden del día se deberá incluir la demanda de autodeterminación y una amnistía para los condenados por sedición. Torra considera que la reunión es instrumental, porque lo importante es «abordar la raíz del conflicto».
Presupuestos: ¿ERC o Pdecat?
Sánchez ha decidido retomar la mesa de diálogo en plena negociación para aprobar los Presupuestos Generales del Estado, en un momento donde el pacto con Pablo Casado está lejano y Podemos se opone a pactar las cuentas del Ejecutivo del que forma parte con Ciudadanos.
El Gobierno está dispuesto a acercarse al Pdecat para pactar las cuentas catalanas si se consuma la escisión con Puigdemont. El ofrecimiento de Sánchez ha generado un rápido rechazo de ERC, que ahora ocupa la hegemonía del independentismo de matriz más pragmática y posibilista frente al frontismo de Puigdemont.
La portavoz republicana, Marta Vilalta, ha sido tajante: “ERC no irá de la mano de Pdecat o JxCat a negociar nada con el gobierno porque son partidos de centroderecha”. Pese a ello, ha reconocido las “contradicciones” que genera este veto político, puesto que la formación de Carles Puigdemont –y los posconvergentes hasta el cese de Àngels Chacón hace una semana– son sus socios de Gobierno en Cataluña.
Arrimadas ya ha avisado a Sánchez que deberá escoger pareja de baile. «En los próximos meses, Sánchez tendrá que elegir si quiere una salida moderada a la crisis o una salida de la mano de Iglesias, Rufián y Torra», ha defendido. La líder naranja ya se ha mostrado en contra de «caer en los brazos de los populistas de Podemos y de los separatistas»