Pedro Sánchez aparca la subida fiscal pese al pacto con Pablo Iglesias
Una de cal y una de arena para Podemos de cara a los Presupuestos: vigilará la negociación, pero el PSOE da largas a la reforma fiscal
La subida de impuestos que persigue Pablo Iglesias desde antes y durante la pandemia previsiblemente tendrá que esperar. Lo ha sugerido este martes la ministra de Hacienda y responsable máxima de los Presupuestos Generales del Estado, María Jesús Montero, al prever que la fiscalidad pactada en el acuerdo programático del PSOE y Unidas Podemos «se tendrá que modular» para lograr el apoyo de Ciudadanos.
El afán de Pedro Sánchez es hacer compatible lo que sus socios de coalición califican de «incompatible» —unas cuentas acordadas con Inés Arrimadas—, y las discusiones previas a lo interno del Gobierno se han convertido en un choque de fuerzas entre morados y socialistas. Iglesias ha ganado una partida importante: su hombre fuerte de economía y secretario del ramo en Podemos, Ignacio Álvarez, formará parte del equipo negociador.
La factura del PSOE por esa cesión a Podemos pasa por advertir de que, de momento, no será posible alcanzar la fiscalidad acordada en el pacto de coalición que Sánchez e Iglesias firmaron a finales de 2019. «No podemos ser ciegos a la situación económica», ha afirmado Montero, que prefiere dar largas a la «reforma fiscal progresiva» pactada para conseguir apoyos de otros grupos «que no pertenezcan al mismo espectro ideológico».
Los equilibrios entre Sánchez e Iglesias
Este fue uno de los asuntos que Montero y Álvarez —que se desempeña como secretario de Estado de Derechos Sociales, dentro del ministerio de Iglesias— trataron en una reunión este martes por la tarde, que el Gobierno dio a conocer en aras de ayudar a Podemos a escenificar su protagonismo en la elaboración de los Presupuestos, según fuentes de La Moncloa. Iglesias logró colocar a Álvarez en la negociación tras varios días de presionar a Sánchez.
No obstante, la ministra portavoz avisó que no estaba previsto informar del resultado del encuentro con el número dos del ramo de Iglesias, pero mostró confianza en que hubiese un «entendimiento rápido» con el dirigente de Podemos al hablar del aplazamiento de la fiscalidad pactada. Además, aparte de la necesidad de «modular» la fiscalidad pactada, ha manifestado que el proyecto de las cuentas «se inspira en el acuerdo programático«.
La reunión con el emisario de Podemos ha tenido lugar pocas horas de que formalmente dé inicio la negociación con los demás grupos parlamentarios. Este miércoles, Sánchez tiene previsto entrevistarse con el líder del PP, Pablo Casado, y su homóloga de Cs, Arrimadas; y el jueves se reunirá con los portavoces de Esquerra Republicana y el PNV. Montero ha avanzado que el Ejecutivo pretende que la negociación presupuestaria se lleve a cabo con discreción y tranquilidad.
La titular de Hacienda ha tenido ya reuniones previas con todos los ministerios, también los de Podemos. Y, aunque usualmente es la ministra del ramo la que lidera las negociaciones con la oposición, el hecho de tratarse del primer Gobierno de coalición de la Democracia ha animado a Podemos a transformar esta tradición, presionando hasta lograr formar parte del equipo negociador del Ejecutivo.
Sánchez avisó a Iglesias
El pasado 3 de agosto, Sánchez avanzó que apostaba por aparcar la reforma fiscal del pacto de coalición. Durante una comparecencia en La Moncloa en la que hizo balance del pasado curso político, el jefe del Ejecutivo explicó que la previsión es que el PIB no regrese al nivel prepandemia al menos hasta 2023, y añadió que no será hasta entonces cuando «tendremos ya las garantías y el contexto para abordar una necesaria reforma estructural».
Durante los peores momentos del estado de alarma, Podemos defendió la subida fiscal y el «impuesto a los ricos». No obstante, durante el último mes no ha insistido en ello de forma explícita. Es cierto que cuando Sánchez avisó que había que aparcar la reforma fiscal, los de Iglesias trasladaron de forma disimulada su negativa, señalando que «hay que ir a más ingresos». Ante los contactos recientes de Sánchez con Cs y PP, los morados se han aferrado al acuerdo de coalición.
Ese pacto del PSOE y Unidas Podemos recoge un capítulo dedicado a la «justifica fiscal y el equilibrio presupuestario». Para conseguir la «progresividad» fiscal, sugiere una tributación mínima del impuesto de Sociedades del 15% para grandes corporaciones y del 18% para entidades financieras y empresas de hidrocarburos. También propone subir el IRPF a las rentas de más de 130.000 euros, entre otras medidas. El «impuesto a los ricos» que pide Iglesias no entró en el pacto.
El ataque de Podemos a los «dogmas liberales»
Asimismo, el pasado 27 de julio, Ignacio Álvarez —el vicario de Iglesias en las negociaciones de los Presupuestos— publicó un documento interno de Podemos en el que señalaba que era «imperioso» reducir «paulatinamente nuestra brecha de recaudación con la UE», recordando algo que tanto Sánchez como Iglesias han manifestado en el pasado: «los ingresos públicos en España siguen estando siete puntos del PIB por debajo de la media europea».
En ese documento, Álvarez cargaba contra los «dogmas liberales» de bajar impuestos y apostó, en cambio, por «reforzar la capacidad recaudatoria» acabando con «los privilegios fiscales» de empresarios, grandes patrimonios y otras rentas altas. Una de las formas de conseguirlo, sugirió, es «implantando un impuesto a las grandes fortunas» y «acabar con esquemas especiales de tributación» como las sicavs, «además del resto de medidas contempladas ya en el acuerdo de coalición».
Es ahora responsabilidad de Montero mediar entre las posiciones de Podemos y las de Ciudadanos, al que ya se refiere como «socio estratégico» del Gobierno. Un socio que cree que la ideología del partido de Iglesias puede sintetizarse así, en palabras de Arrimadas este martes: «Machacar a impuestos a todos los que generan empleo en este país, a las familias, no reducir duplicidades y tomar medidas que ahuyentan la inversión y que son nefastas para el futuro de este país».
«El programa de Podemos ya lo sabemos y los Presupuestos no pueden tener unas expectativas de ingresos que sobrepasen lo que es razonable, no se puede gastar sin tener en cuenta cómo se genera empleo», avisó la líder de Cs.