Pdecat, ERC y CUP se apuntan al colapso político el 21-D
Los partidos independentistas reclaman que se cambie la fecha de la sesión plenaria del ayuntamiento de Barcelona, prevista para el viernes 21-D
El objetivo del independentismo para el 21D es claro: convertir la jornada en una anomalía a todos los efectos para evidenciar el descontento que entre buena parte de la población catalana suscita la celebración de un Consejo de Ministros en Cataluña. De ahí el rosario de actos de protesta convocados por las diferentes familias soberanistas, con la intención, en algunos casos, de propiciar una especie de «paro de país», según su propia denominación.
La Assemblea Nacional Catalana (ANC), sin ir más lejos, plantea una marcha lenta de vehículos a motor con la que pretende generar un gran colapso de tráfico en Barcelona. Y el Sindicat d’Estudiants del Països Catalans y Universidades por la República abogan por una huelga de estudiantes. Eso, por no hablar de los planes, difundidos en cuentas de redes sociales a nombre de un colectivo que responde por Grupos Autónomos de Acción Rápida, para bloquear grandes ejes de comunicaciones.
El Pdecat esgrime las «dificultades» para compaginar el pleno con la celebración del Consejo de Ministros y las protestas
El plan es que el viernes la normalidad quede aparcada a todos los efectos. Y sucede que en el Ayuntamiento de Barcelona toca pleno municipal, el último del año. El pleno barcelonés suele celebrarse el último viernes de cada mes, pero en este caso, toca el 21 porque después llega el parón navideño. Así que el Pdecat, ERC y la CUP ya han pedido suspenderlo y celebrarlo otro día. Aunque el gobierno de Ada Colau, por el momento, no se da por aludido.
El Pdecat esgrime las «dificultades» para compaginar la celebración de la sesión plenaria con la celebración del Consejo de Ministros y las protestas que ha suscitado. No en vano, un eventual colapso de tráfico podría complicar la llegada de los concejales o los trabajadores municipales. Pero el caso es que el Pdecat lleva dos semanas con ese argumento, es decir, desde antes de que la ANC convocara la marcha lenta y de que se concretara cualquier otra de las múltiples protestas anunciadas.
Colau tiene la última palabra
Los de Xavier Trias, sin embargo, no aclaran si pretenden avanzar el pleno y celebrarlo otro día de esta semana o posponerlo. Fuentes de los posconvergentes se limitan a reclamar que sea el gobierno municipal de Barcelona en Comú quien haga una propuesta al respecto. Así lo pedirán en la junta de portavoces prevista este martes para consensuar el orden del día del pleno.
Tampoco ERC quiere que la sesión plenaria se celebre el viernes. Pero los republicanos sí proponen una alternativa: que se adelante al jueves. En su caso, de todos modos, no se esgrimen las dificultades para celebrarlo el viernes. Su argumento, que expondrán también en la junta de portavoces, es que el Ayuntamiento debería suspender la actividad institucional para que el día 21 «la ciudad pueda expresarse frente a la reunión del ejecutivo de Pedro Sánchez», según explicaron en un comunicado.
Por ahora, el gobierno de Colau opta por callar y limitarse a recordar por boca de sus portavoces que el pleno está convocado y se mantiene la previsión de celebrarlo con normalidad, pero será en la junta de portavoces donde se dirá la última palabra, que corresponde a la alcaldesa.
Petición de Cs a Torrent
Ciudadanos, por su parte, se ha manifestado a favor de se celebre el pleno, pero siempre y cuando haya «garantías» de que podrá celebrarse «con toda normalidad», apuntan fuentes de la formación.De hecho, el grupo de Cs en el Parlament ya ha exigido también Roger Torrent (ERC), que garantice el viernes la normalidad institucional.
En una carta firmada por su portavoz parlamentario, Carlos Carrizosa, pide al presidente de la cámara catalana que adopte «las medidas de seguridad convenientes y necesarias» para que cualquier empleado o diputado del Parlament pueda desarrollar sus funciones con normalidad.
Carrizosa se remite a las «acciones violentas» que diversos grupos promueven el 21D, entre las cuales el portavoz de Cs apunta voces que en las redes sociales han llamado a asaltar el Parlament. Más allá de la credibilidad e incidencia que tengan esos llamamientos anónimos, el Parlament está situado a unos 800 metros de la Llotja de Mar, el edificio en el que se celebrará el Consejo de Ministros, en torno a la cual los CDR han llamado a una concentración en protesta contra la reunión del gabinete de Pedro Sánchez.