Moción de censura: Abascal promete elecciones antes de fin de año
El líder de Vox, Santiago Abascal, argumenta que hay que volver a votar porque "están en peligro la salud, el pan, la libertad, el futuro y la patria"
El candidato a la Presidencia del Gobierno en la moción de censura, Santiago Abascal, se ha comprometido a convocar elecciones antes de fin de año si logra los apoyos necesarios para que la moción salga adelante este miércoles y jueves en el Congreso de los Diputados.
En el debate de la moción de censura presentado por Vox, Abascal ha prometido unas elecciones en un clima de «libertad e igualdad de oportunidades» aunque, en realidad, no tiene ninguna posibilidad de reunir los votos necesarios para que su moción de censura prospere.
El líder de Vox anunció que se presenta como candidato para resolver esta «anomalía» y devolver el voto a los españoles y para que los partidos expliquen qué se puede hacer para recuperar «la paz y la libertad».
No entró a caballo, como algunos diputados bromearon desde su escaño, sino que fue recibido con fuertes aplausos de los suyos en el Hemiciclo. Comenzó repitiendo que «el gobierno de Pedro Sánchez es el peor en 80 años de historia y, quizá me quedé corto». Abascal miró al escaño del presidente y señaló: «Nunca ha tenido España un presidente con tanta ansia de poder».
Y siguió fuerte solicitando la deportación del portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, aunque sin mencionarlo directamente. Abascal pidió la deportación de los migrantes que, aún siendo diputados, cargan contra el Rey y promueven la abolición de la Monarquía Constitucional… «por muy diputado de esta Cámara que sea», en clara alusión al diputado de Podemos.
«A los españoles se les ha acabado la paciencia», dijo el líder de Vox, quien acusó al Gobierno de una «nefasta gestión de la pandemia». Para Abascal no hay «ni un solo Gobierno que haya gestionado peor la pandemia. Su gestión ha sido negligente y criminal» debido a la «incapacidad, mala fe y sectarismo», según Abascal. Su partido pidió la realización de test masivos y controles en los aeropuertos y «nada de esto se hizo», explicó.
Abascal, al igual que Garriga, considera que la gestión del Gobierno ha sido «negligente y criminal». «Dígame un solo país, un solo Gobierno, que lo haya hecho peor que ustedes, con mayor confinamiento o tasas de mortalidad. No lo hay, y por eso afirmamos que su gestión ha sido negligente y criminal. Así es como vemos los hechos», afirmó el presidente de Vox para apostillar: «Han acabado eliminando al que piensa distinto».
Abascal contra Iglesias
El candidato a la Presidencia del Gobierno también acusó al vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, del «abandono de miles de ancianos en las residencias. Pedían medicinas y les mandaban morfina. Suplicaron asistencia y les mandaron silencio. Murieron abandonados como en una película de terror, sin asistencia espiritual ni la mano de un buen hijo», comentó cotundente. Abascal continuó con los ataques a la Monarquía señalando que «Iglesias mientras juraba lealtad al Rey, maniobraba para destruir la Monarquía».
«Es mi deber decir que el señor Sánchez se ha convertido en presidente siendo un mentiroso sin escrúpulos, capaz de cualquier cosa, y asusta imaginarlas, con tal de mantenerse. Sí se podía saber, señorías, como expresé, que habría menos convivencia y más pobreza. Sabíamos que con ustedes habría menos trabajo y más mordidas para cómplices», continuó Abascal.
Mano tendida al PP
Sin duda, la referencia al PP por parte del líder de Vox era lo más esperado por diputados y periodistas en este debate. Abascal pidió respeto a los populares para su moción de censura y les ofreció construir un alternativa política, cultural, económica y territorial para que sean los propios españoles quienes rescaten a España.
«Nadie va a venir a salvarnos. A España sólo la pueden rescatar los españoles», recalcó. Sin referirse explícitamente al PP pero sí mirando a la bancada popular, asumió que haya formaciones que consideren que la moción presentada por Vox es estéril e inoportuna y ha asegurado que respeta a quienes así lo crean.
A renglón seguido es cuando tendió la mano para realizar el ofrecimiento a construir una alternativa política, cultural, económica y territorial fundamentado en la convivencia, en la igualdad y en la diversidad de España. Una alternativa que consideró que es la mejor opción para salvar al país porque ha insistido en que sólo los propios españoles pueden hacerlo.
Abundó en ese argumento para lamentar que algunos hayan perdido la fe en el pueblo español y sólo pongan su esperanza en Bruselas, en Davos o en otros organismos internacionales. «Tenemos el deber de asumir nuestra responsabilidad histórica. A España sólo la pueden rescatar los españoles», reiteró antes de asegurar que los españoles por sí mismos han superado momentos incluso peores que los que ahora atraviesan. Y subrayó: «No nos salvará Bruselas. Antes, nos salvará Móstoles otra vez«.
Ilegalizar el independentismo
En su discurso, Abascal también defendió la ilegalización de los partidos independentistas: «Separatistas, no se les debe llamar diputados españoles. Se les debe llamar renegados, que es como se denomina a los que reniegan de su patria. Como proponíamos, consideramos que los partidos que aspirar a destruir la soberanía nacional no deben ser legales en este hemiciclo. Así de claro y sencillo. No vamos a pedir perdón por ello. Pero no por decir esto se nos ocurre lanzar hordas de energúmenos a boicotear actos políticos suyos. Traemos una ley, y si perdemos, como perdimos, aceptamos y seguimos trabajando. Nosotros, a diferencia de ustedes, sí somos demócratas y sí respetamos las libertades públicas».
El líder de Vox también se refirió al papel de España en la Unión Europa: «Queremos y contamos con cada vez más apoyos para que la UE vuelva a su espíritu fundacional». «A España la están desvalijando a dúo. Los españoles no van a permitir que su nación desaparezca convertida en una región de un réplica moderada de la República Popular China. En Europa hay un despertar que gana terreno en defensa de su soberanía. Que rechaza un megaestado federal, que se asemeja demasiado a la República Popular China, a la Unión Soviética o a la Europa soñada por Hitler», sentenció con un «¡Viva el Rey y Viva España!». Un grito que fue correspondido por los suyos desde la bancada de Vox.
Los diputados de las diferentes formaciones abandonaron el ambiente crispado que ya normaliza las sesiones de Control al Gobierno los miércoles mientras está el orador en la tribuna. Los diputados de Podemos optaron por el móvil y mientras el diputado de Vox, Ignacio Garriga, se dirigía a la ministra de Igualdad, Irene Montero, desde la tribuna del Hemiciclo, ésta seguía pegada a la pantalla de su teléfono sin atender desde su escaño.
Por otra parte a modo de protesta, tres diputadas de Unidas Podemos acudieron al debate vestidas cada una con uno de los colores de la República, de modo que, al sentarse juntas, han formado en su bancada la bandera tricolor. Han sido las diputadas por las Islas Baleares Antonia Jover, la valenciana Rosa Medel y la andaluza Martina Velarde las tres parlamentarias acudieron al Congreso ataviadas, respectivamente, con un fular morado, un fular amarillo y una chaqueta roja.
Así comenzó una sesión ante un pleno que se encuentra a la mitad de aforo porque los grupos han acordado poner este límite para evitar contagios de coronavirus. El reglamento permite al Ejecutivo intervenir cuando considere. Este debate se celebra con el estado de alarma vigente en Madrid ciudad y en plena segunda ola de la pandemia.