Las discrepancias en el Pdecat dilatan la decisión sobre los PGE
Los neoconvergentes no se ponen de acuerdo sobre si impedir la tramitación de las cuentas de Sánchez y quieren pactar la decisión con ERC y Torra
El independentismo en general, y el Pdecat en particular, se debate en un mar de discrepancias internas. Ahora, a las principales patatas calientes que los arrastran desde hace meses, su encaje en la Crida Nacional per la República y la lista de las municipales, los postconvergentes añaden otra: dirimir su posición no respecto de de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), el rechazo a los cuales se da por hecho por activa y por pasiva tanto por parte del Pdecat como de ERC desde hace meses, sino respecto de la tramitación de los mismos.
El Pdecat acabó 2018 con una sonora discrepancia al respecto despachada en público entre su número tres y su número dos. Es decir, entre Ferran Bel y Míriam Nogueras, secretario de organización el primero; vicepresidenta la segunda; diputados en el Congreso los dos. Y ha empezado el nuevo año con el número uno, su presidente David Bonvehí, tirando pelotas fuera.
Bel abogó por permitir la tramitación de las cuentas para así dar «más tiempo» a una negociación en pos de una «solución política» a la situación en Cataluña, y Nogueras, alineada con los postulados del expresident Carles Puigdemont, le desautorizó esgrimiendo el 95% de votos con los que el consell nacional de la formación avaló el no a las cuentas de Sánchez, que ella hizo extensible a su tramitación (aunque nada habían dicho las bases al respecto).
Bonvehí pone paños calientes
Una semana después, Bonvehí compareció este lunes y trató de poner paños calientes, sin aclarar qué postura tomará el partido postconvergente si Pedro Sánchez, como ya ha anunciado que hará, lleva una propuesta presupuestaria a las Cortes. La versión a la que se ciñó es que entre Bel y Nogueras hubo más diferencias de matiz que de fondo, que los planteamientos de uno y otra son menos «divergentes» que «complementarios». Y que la decisión se tomará cuando toque.
Entiende el presidente del Pdecat que el secretario de organización hablaba «en condicional», apuntando que la de permitir la tramitación de las cuentas era «una posibilidad», y que el no rotundo de la vicepresidenta se refería a la postura que tendría el partido si Sánchez presentara sus cuentas ahora mismo, pero añadió que eso puede variar. Si el presidente del Gobierno se atreve a llevar las cuentas al Congreso pese a no tener ni mucho menos asegurada su aprobación, la decisión se tomará «teniendo en cuenta las circunstancias de ese momento», remató.
Hasta ahí, la versión oficial. Pero, paños calientes aparte, el caso es que con el asunto, como con otros, en el seno del partido saltan chispas. Y el asunto, por más que el no final a las cuentas se de por descontado, o precisamente por eso, no es ni mucho menos baladí.
Dilema independentista
En primer lugar, porque impedir la tramitación presentando una enmienda a la totalidad alinearía al independentismo con la postura de PP y Cs. «Estoy seguro de que el independentismo no dará ninguna victoria a Cs ni al PP», remarcó al respecto Bonvehí, que insistió en que, precisamente por eso, cualquier paso se consensuará tanto con el gobierno de Quim Torra como con ERC. No está claro cómo ese consenso, en caso de tumbar la tramitación de la mano de los de Pablo Casado y Albert Rivera, significaría no conceder un triunfo a estos últimos, pero sí que evitaría reproches cruzados entre las distintas formaciones independentistas, claro.
En todo caso, ese es casi el menor de los problemas. Si tumbar las cuentas complica la continuidad del gobierno del PSOE, tumbarlas a las primeras de cambio puede acortar la legislatura todavía más. Y no todos en el seno del independentismo, ni en el propio Pdecat, están de acuerdo en la conveniencia de hacer caer a Sánchez y exponerse a un gobierno presidido por Casado o Sánchez con Vox entrando además en el Congreso. Entre otras cosas, apuntan fuentes del partido, porque en ese último caso, la posibilidad de un indulto tras una eventual posible condena a los líderes independentistas procesados por el Supremo desaparecería del horizonte.
El dilema también lo afronta ERC, que tiene que pactar la postura con los postconvergentes y el gobierno de Torra que comparte con Junts per Catalunya (JpC). La semana pasada, el presidente de Esquerra en el Parlament, Sergi Sabrià, se alineaba con Nogueras, pero ahora, la decisión también se deja para más adelante y se supedita a algún gesto de Sánchez. Fue el propio Oriol Junqueras el que marcó la pauta en una entrevista el pasado fin de semana en el diario italiano La Stampa, en la que remarcaba que prefería al gobierno socialista que a cualquier otro, aunque le pedía gestos.
El Pdecat, a Waterloo, y ERC, a Ginebra
En todo caso, en el Pdecat, la discrepancia interna sobre este asunto se encabalga con las referidas a otros dos asuntos pendientes, el encaje en la Crida y la conformación de la lista conjunta con JpC y el entorno de Puigdemont de cara a las municipales en Barcelona. En esa cuestión hay acuerdo sobre la conveniencia de ceder la primera posición, la de alcaldable, al exconseller Quim Forn, preso en Lledoners, pero no sobre los siguientes puestos.
Este último asunto podría despacharse el lunes que viene en Waterloo, donde la formación neoconvergente tiene previsto celebrar su próxima ejecutiva, lo que permitiría a Bonvehí despachar en persona con Puigdemont.
Aunque, por lo que respecta a un eventual acuerdo sobre el encaje en la Crida, el propio presidente del partido se encargó de enfriar las expectativas de cara a ese encuentro, alegando que antes la Crida debería culminar antes su proceso fundacional y acabar de decidir si operará como un partido o como otro tipo de organización, una definición que se supone que tiene que concretarse en el congreso previsto el 26 de enero en Barcelona.
También ERC, por su parte, viajará para celebrar su próxima ejecutiva, que se celebrará en los próximos días. En su caso, a Ginebra (Suiza), para que su secretaria general, Marta Rovira, pueda participar de forma presencial, según explicó en rueda de prensa la portavoz del partido, Marta Vilalta.