La mascarilla en verano con el calor: consejos para llevarla
Elegir un tejido adecuado es una buena estrategia para reducir la fatiga por la mascarilla
La obligatoriedad en el uso de las mascarillas ha llegado a la par que el verano y las altas temperaturas. Y esto va a dificultar la respiración para millones de personas al hacer las actividades más cotidianas, por lo que su cumplimiento podría peligrar. Muchos optan, ante las dificultades, por llevarla con la nariz al descubierto, en la barbilla o con los flancos al aire.
“Hay que recordar que ninguna medida aislada, como el uso de mascarillas, protege del virus al 100%. Su combinación con el distanciamiento social y el lavado de manos es la que proporciona los máximos beneficios preventivos de la infección hasta que se disponga de una vacuna efectiva”, indica Rafael Herruzo, catedrático del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública y Microbiología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) a La Vanguardia.
Para poder sobrellevar esta incomodidad, te proponemos cinco consejos como, por ejemplo, elegir un tejido más ligero pero que no reste efectividad a la mascarilla.
Elegir el tejido correcto para la mascarilla
No existen riesgos de poder respirar adecuadamente siempre que se usen mascarillas certificadas —tanto si son de un solo uso como reutilizables—.
“Según recomendaciones provisionales de la OMS, las mascarillas (médicas o higiénicas) estudiadas por expertos, tienen una capacidad aceptable para permitir respirar a través del material de las mismas. Algo que que se comprueba midiendo la resistencia máxima inhalatoria y exhalatoria”, confirma José Ramón Banegas, catedrático del Departamento de Medicina Preventiva, Salud Pública y Microbiología de la UAM.
Dos capas de algodón quilter de alta calidad o dos de tela gruesa de batista; una doble capa con interior de franela y exterior de algodón (con una capacidad de filtración del 70-80%); o los materiales como el tyvek sin fibra de vidrio con una eficacia próxima al 85-90%, forman parte de los tejidos con mejores resultados en eficacia de filtración. Así lo indican expertos del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública y Microbiología de la UAM.
Sin embargo, entre las decenas de tejidos con los que se fabrican las mascarillas higiénicas y reutilizables, existen algunos más indicados para no sentir tanta fatiga. Es importante saber que un buen diseño requiere que estas mascarillas de tela sean multicapa, resistentes al agua y con buen ajuste facial. Un buen ejemplo de mascarillas frescas serían las de algodón.
Muchas de éstas cuentan con un filtro que se intercala entre dos capas, aunque con frecuencia no es necesario y de hecho su ausencia facilita la respiración. Mientras que las de algodón puro en dos capas retienen el 18% de las partículas, las de cuatro el 19% y con una mayor complicación para la respiración.
No llevar mascarilla al realizar ejercicio en la calle
Las personas no deben usar mascarillas cuando hacen ejercicio, ya que pueden reducir la capacidad de respirar cómodamente, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, el calor puede provocar que la mascarilla se humedezca por el sudor y promover el crecimiento de microorganismos.
El material que absorbe la humedad, como el poliéster, es una buena opción, pero puede causar irritación de la piel en personas sensibles. En estos casos, se recomienda llevar una segunda mascarilla para reemplazar la húmeda. Por otra parte, el sudor puede hacer complicado no tocarse la cara, lo que hace que sea primordial mantener una buena higiene de manos antes y después de realizar deporte.
Controlar la mente y adaptarse a la situación
“Es necesario adaptarnos a una realidad que no podemos controlar. Si nos anclamos en la queja, lo único que conseguiremos es sentir enfado, rabia, lo que nos llevará a la rumiación», comparte Cristina Mae Wood, psicóloga especializada en estrés y ansiedad en el centro Área Humana de Madrid.
«Todas estas emociones junto con la ansiedad generan activación fisiológica que aumenta la frecuencia cardiaca y acelera la respiración. Si esto sucede cuando llevamos mascarilla nos pondremos aún más nerviosos”, añade la experta.
Para controlar las emociones negativas respecto a la incomodidad de las mascarillas, los expertos recomiendan dirigir la atención a otro tipo de detalles agradables, como los planes para las vacaciones o hablar con amigos. De lo contrario, se puede caer en pensamientos negativos que pueden acelerar la respiración y el corazón y provocar ansiedad.
Controlar la respiración y mantener la calma
También se recomienda activar la respiración abdominal, como se hace en actividades como el yoga, o la técnica de autoinstrucciones positivas. Ésta consiste en una serie de mensajes breves con una carga positiva que lanzan ánimo, optimismo, positividad y empoderamiento. El sentido del humor siempre puede ayudar también en situaciones incómodas.