La Generalitat cede el protagonismo del 1-O a los CDR
El gobierno de Torra adopta un perfil bajo en la conmemoración del referéndum ilegal de hace un año y se encomienda a las protestas en la calle
La imagen de docenas de activistas de los llamados Comités de Defensa de la República (CDR ) tomando al asalto, y sin oposición, la delegación de la Generalitat en Girona, donde han quitado la bandera española que ondeaba en la fachada y la han sustituido por una estelada, es un perfecto resumen de la jornada conmemorativa del primer aniversario del referéndum ilegal del 1-O, en que el gobierno de Quim Torra ha optado por mantener un perfil bajo y ceder todo el foco de atención a las protestas ciudadanas.
La renuncia del ejecutivo catalán a tener ningún protagonismo se aprecia mejor si se comparan los actos que ha organizado con los montados por el Ayuntamiento de Barcelona, que el jueves arrancó un programa de varios días de actividades conmemorativas en la antigua cárcel Modelo con exposiciones, talleres y mesas redonda en torno a los acontecimientos de hace un año.
En cambio, el ejecutivo de Torra, fiel a la estrategia del llamado «otoño caliente», basada mucho más en la movilización permanente que en una acción de gobierno que sigue sin concretarse, se ha limitado a trasladar su reunión semanal, que normalmente celebra los martes en el Palau de la Generalitat, a hoy lunes y a Sant Julià de Ramis, el municipio donde estaba previsto que hace un año votara el entonces presidente catalán Carles Puigdemont, que finalmente no pudo hacerlo.
El presidente de la Generalitat jalea a los CDR
Allí, antes de reunirse en el Ayuntamiento de la localidad, el gobierno ha participado en un acto de homenaje a los líderes independentistas presos y expatriados en la que Torra ha vuelto a mostrar su complicidad con los CDR, que le han repetido aquello de «el pueblo manda, el gobierno obedece». «Apretáis y hacéis bien en apretar», les ha dicho, apenas 48 horas después de los incidentes del sábado, cuando los Mossos acabaron cargando contra manifestantes independentistas, episodio salcado con siete detenidos y por el cual la CUP ya ha pedido la dimisión del conseller de Interior, Miquel Buch.
Al fin y al cabo, de lo que se trata es de celebrar e invocar la unidad independentista que hizo posible el 1-O, ahora que parece irrecuperable, y que ni siquiera consigue escenificarse en fechas tan señaladas como la de este lunes. Ahí están para acreditarlo los choques del sábado, o la petición que este mismo 1-O ha hecho la Assemblea Nacional Catalana (ANC) al Parlament, al que exige que vuelva a pagarle el sueldo a los diputados suspendidos por el Supremo, con Puigdemont a la cabeza.
La declaración de Torra, sin salirse del guión
La reunión del gobierno posterior al homenaje ha servido para formalizar un par de nombramientos -el exdirigente de la CUP Adam Majó como director de una nueva oficina destinada a velar por los «derechos civiles y políticos» de los catalanes y el del politólogo Ferran Requejo como del Instituto de Estudios del Autogobierno- y para presentar un informe que recopila todas las actuaciones policiales y judiciales llevadas a cabo contra el referéndum, y las consecuencias que en esos mismos ámbitos ha tenido su celebración.
La habitual rueda de prensa posterior a la reunión del ejecutivo ha sido sustituida en este caso por una breve declaración institucional de Torra en la que el president, sin desviarse una coma del guión de siempre, ha reiterado «el compromiso» de su gobierno con «el mandato democráctico del 1-O», ha vuelto a exigir la libertad de los presos y ha pedido «el archivo de la causa general contra el independentismo y contra la libertad de expresión» que a su juicio suponen el conuunto de procesos abiertos en los tribunales.
Los CDR han acaparado durante la manaña el foco mediático, pero el alcance de sus acciones ha sido discreto
A falta de protagonismo del govern, los CDR han acaparado durante la manaña el foco mediático. A primera hora de la mañana pequeños grupos han cortado la AP-7 y la AP-2, así como algunas calles del centro de Barcelona y las vías del AVE en Girona. Alrededor de las 10 y media, con la situación ya normalizada en la mayoría de puntos, y tras el asalto a la delegación gironina de la Generalitat, han dado por finalizadas sus acciones matinales antes de la manifestación de universitarios convocada a mediodía en el centro de Barcelona.