La cumbre de partidos Torra: últimas plazas disponibles
El presidente de la Generalitat recibe otro plantón (y ya son tres) para su cumbre de partidos, condenada a ser un encuentro con Catalunya en Comú y el PSC
Al gobierno de Quim Torra sólo le queda recurrir a aquel falso reclamo de «últimas plazas disponibles» para intentar salvar su cumbre de partidos. La cita con la que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, quiere abrir un nuevo foro estable de debate entre los líderes de los partidos catalanes sobre el futuro de Cataluña, pero el foro es muy limitado, puesto que se celebrará sin la presencia de tres de las siete fuerzas políticas con representación en el Parlament, incluida la más numerosa, Ciudadanos (Cs).
Tanto el PP como la CUP ya se había borrado de la convocatoria, mientras que Cs, que nunca la ha visto con buenos ojos, lo hizo definitivamente este martes. La formación de Inés Arrimadas había planteando un pleno monográfico en el Parlament sobre el futuro de Cataluña a modo de contrapropuesta a la mesa de partidos, una iniciativa que la cámara catalana aprobó en julio y que Torra no había activado hasta ahora.
No al debate monográfico que pedía Cs
Pero este martes, ERC y Junts per Catalunya, con mayoría en la Mesa del Parlament, rechazaron la propuesta de Cs, tras lo cual, su portavoz, Carlos Carrizosa, confirmó lo que estaba cantado. «Prefieren hacer las reuniones y decidir sobre lo que atañe a los catalanes a puerta cerrada, y se esquivan los debates parlamentarios», protestó. «No acudiremos a la reunión del viernes».
El planteamiento es el mismo del PP, que ya se borró con el argumento de que el sitio para debatir es el Parlament. Tanto los populares como el partido naranja entienden que la mesa de partidos, pese a partir de una propuesta socialista, encaja en el despliegue de organismos parainstitucionales con los que el gobierno de Torra y el bloque independentista pretenden externalizar funciones que corresponden a las instituciones.
La CUP, en las antípodas ideológicas de Cs y PP, también apeló sin embargo a la falta de transparencia como argumento para desentenderse de la convocatoria. «No vamos a sentarnos en una mesa para cerrar en un despacho por arriba lo que pide desde abajo» la ciudadanía, dijo la cupera Natàlia Sànchez en el pleno de la semana pasada.
Propuesta del PSC
La mesa, según aprobó el Parlament, está concebida como «un espacio estable de interlocución entre la presidencia del govern y la de los grupos y subgrupos parlamentarios» con la intención de «facilitar acuerdos en los grandes temas de país».
La propuesta partió del PSC, que así daba cuerpo a un planteamiento que los de Miquel Iceta han convertido en central en su discurso: el de que, más que un acuerdo entre la Generalitat y la Moncloa, lo prioritario, tras el desgarro que el proceso independentista ha supuesto en la sociedad catalana, es «un acuerdo entre catalanes».
La iniciativa salió adelante el 5 de julio con los votos de los socialistas, JpC, ERC y Catalunya En Comú Podem (CECP), aunque Torra no anunció su activación hasta el pleno del pasado 24 de octubre, que es cuando fijó el próximo viernes como fecha para celebrar la cumbre.