Junqueras ya manda: la Generalitat crea un impuesto al ahorro
Artur Mas aprueba por sorpresa y a petición de Esquerra una nueva figura impositiva sobre depósitos
Artur Mas, presidente en funciones de Catalunya, ya sirve a la causa de Esquerra Republicana. Oriol Junqueras, el líder separatista, ha impuesto a Convergència i Unió su programa económico y los primeros síntomas han brotado por sorpresa en el Consell de Govern de este martes. La Generalitat ha aprobado un nuevo impuesto sobre los depósitos bancarios que, con carácter retroactivo a 1 de diciembre, gravará todos los bancos y cajas que operan en Catalunya.
El portavoz del ejecutivo provisional, Francesc Homs (CiU), ha matizado que se ha establecido una cláusula para proteger a los ahorradores, pero, con toda probabilidad, el nuevo impuesto se trasladará a los clientes. La Generalitat no penalizará ni los beneficios ni las plusvalías logradas con determinadas operaciones. Ni tan siquiera los productos complejos pensados para inversores profesionales merecen la atención del futuro gobierno catalán. La medida se fija en las cuentas corrientes y en los depósitos a plazo. La Generalitat espera ingresar 500 millones extra al año exprimiendo, indirectamente, esos ahorros.
Un pulso
Horas antes, la mano derecha de Mas, Oriol Pujol, señalado por El Mundo como titular junto a su familia de una fortuna ilegal, declaraba en Catalunya Ràdio que el pacto entre ambas formaciones podría cerrarse esta misma tarde. La idea sería celebrar la investidura este jueves y viernes. Para ceder a Esquerra, Mas ha aceptado echar un pulso esencialmente a Isidro Fainé (La Caixa) y Josep Oliu (Banc Sabadell), hasta ahora muy prudentes en el debate identitario; pero también reta a Emilio Botín (Santander) y Francisco González (BBVA, propietario de Unnim).
La banca española ha evitado que las cajas catalanas –gestionadas durante años bajo los intereses políticos— entren, con toda probabilidad, en un proceso de liquidación, esencialmente Unnim y CatalunyaCaixa, valorada en -6.600 millones, y ha ejercido de colocadora de los bonos patrióticos. Ese instrumento fue la opción preferente de financiación para Andreu Mas-Colell a pesar de los elevados costes financieros.
El momento
Sin el apoyo de Fainé ni de Oliu, la Generalitat no habría podido pagar las nóminas de los funcionarios (200 millones al mes) desde mediados de este año. La Caixa y el Sabadell han nuclearizado préstamos puentes mientras la Generalitat esperaba el ingreso del rescate financiero solicidatado a Madrid. Una de las grandes dudas apareadas a la decisión política de este martes es si los banqueros continuarán respaldando a la administración catalana, facilitando directa o indirectamente, recursos. En otro aspecto, cabrá valorar el impacto de la mayor presión fiscal a la banca en la concesión de crédito, esencialmente a pymes.
El momento para introducir la nueva medida está perfectamente calculado: el próximo jueves, el Congreso de los Diputados aprueba un impuesto similar diseñado por el Ministerio de Hacienda al 0% para evitar que las autonomías se lanzarán a legislar en esta materia. De este modo, la Generalitat se avanza. Sin mayores trámites y con toda la celeridad posible, que pocas veces ha demostrado el gobierno catalán en la anterior legislatura, la tasa al ahorro entrará en vigor este mismo miércoles.
Respuesta a Montoro
El portavoz de Mas ha admitido que la nueva medida es una respuesta a la decisión del gobierno español. Homs, ha justificado este nuevo tributo para «blindar este espacio fiscal» ante una «maniobra fea» de Montoro al que la Generalitat acusa de cerrar el paso a cualquier vía para obtener ingresos.
La disposición, que no aparecía en el programa electoral de Artur Mas, está diseñada e inspirada por Junqueras, que ya manda en la Plaça Sant Jaume. La debilidad del actual presidente catalán, que perdió 12 representantes en las últimas elecciones, será aprovechada para imponer la ruta fiscal del partido separatista. Además de recuperar sucesiones, se pasará el rodillo recaudatorio en patrimonio, nucleares y bebidas refrescantes formuladas con lo que Esquerra entienda un exceso de azúcar.
Catalunya, tierra de impuestos
Las oleadas de ajustes impuestas por Mas durante su primera legislatura han permitido gastar 6.500 millones de euros menos, insuficientes para corregir la situación y que, sin embargo, han degradado los servicios públicos, según los sindicatos. De este modo, Mas ha forzado la máquina también por el capítulo de ingresos. La presión fiscal ha subido como complemento a las medidas restrictivas. La recaudación tributaria ha engordado el 6,9% en dos años.
Catalunya lidera la clasificación europea en impuestos pero sus prestaciones públicas pierden calidad respecto al resto de territorios comparables, según los observatorios europeos. Mas, en solitario, ha introducido nuevas tasas, como la universitaria o el euro por receta. También se ha incrementado la tasa sobre los carburantes hasta el límite permitido por el gobierno central y desde el 1 de noviembre los clientes de hoteles, hostales y cámpings abonan la tasa turística.