Ábalos ve un ataque político en la denuncia por la Operación Chamartín
El movimiento judicial de Podemos complica todavía más las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez a la vuelta del verano
Las negociaciones fructuosas entre el PSOE y Unidas Podemos de cara a la investidura en septiembre parecen alejarse cada vez más. El cruce de acusaciones entre ambos partidos no ha cesado desde que comenzaron a dialogar un posible gobierno en coalición, que finalmente acabó con una investidura fallida de Pedro Sánchez.
Este mismo miércoles, Podemos e Izquierda Unida han denunciado ante la Fiscalía Anticorrupción a 28 responsables políticos y empresariales, entre los que sobresale los nombres de los actuales ministros socialistas, José Luis Ábalos y Josep Borrell, a los que acusa de la posible comisión de delitos de prevaricación administrativa, cohecho y malversación de caudales públicos en la gestación de la Operación Chamartín.
La respuesta de Ábalos no se ha hecho esperar. Este jueves ha criticado, en un una entrevista en la Cadena Ser, que la denuncia de Podemos e IU «no tiene recorrido, más que la intencionalidad política» de dañar al PSOE. El ministro se ha mostrado «dolido» e «indignado» por la decisión de los que han sido sus socios prioritarios en las negociaciones de Gobierno.
Ha recalcado que cuando llegó al Ministerio se lo encontró «todo hecho» y que únicamente apoyó «políticamente» y de «buena fe» el proyecto que fue «reformulado» por la entonces alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que formaba parte del grupo municipal de Podemos. «Es una denuncia de Podemos contra la gestión de Podemos», ha recalcado y se ha preguntado si se trata de una «venganza» o un «ajuste de cuentas» entre ellos que, además, se utiliza para «manchar reputaciones» e implicar al PSOE.
En la denuncia, aparecen como demandados ocho ministros de Fomento: Josep Borrell, Rafael Arias Salgado, Francisco Álvarez Cascos, Magdalena Álvarez, José Blanco, Ana Pastor, Íñigo de la Serna y José Luis Ábalos.
También figura dos presidentes de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre e Ignacio González, y dos alcaldes de la capital Alberto Ruiz-Gallardón y Ana Botella.
El Ayuntamiento de Madrid aprobó el pasado lunes por unanimidad la que es su mayor operación urbanística, Madrid Nuevo Norte, un proyecto conocido popularmente como Operación Chamartín y que ha estado bloqueado durante 26 años.
La opción favorita del PSOE: la abstención de PP y Cs
La portavoz en funciones del Ejecutivo, Isabel Celaá, ha vuelto esta semana a pedir la abstención a PP y Ciudadanos, aunque también ha dejado abierta la posibilidad de un acuerdo programático con Unidas Podemos para «obtener un gobierno progresista que no dependa de los independentistas».
Ya el PSOE ha declarado su intención de repetir la estrategia de su investidura fallida, con PP y Cs como objetivo. La ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, realizaba la semana pasada una nueva petición directa a que los dos partidos se abstengan y cambien el sentido de su voto.