Fernández Díaz: Una Catalunya independiente sería “pasto” de yihadistas
El ministro de Interior, rodeado de las principales autoridades del Estado, asegura que el territorio catalán se quedaría sin protección internacional
Con excesos. Otro más. El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, lleva meses alertando sobre la independencia de Catalunya. Ahora asegura que una Catalunya independiente, al carecer de una protección internacional, sin “el paraguas” de las agencias y los servicios de seguridad internacionales, sería “pasto” del terrorismo islamista, de los yihadistas, y del crimen organizado.
Fernández Díaz lo ha asegurado en el Foro ABC, en Madrid, y rodeado de las principales autoridades del Estado, como el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón; el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce; la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes; el director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán; o el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez.
Tintes dramáticos
El ministro de Interior tiene información. Y sus argumentos no carecen de lógica. Si Catalunya fuera independiente debería pedir la entrada en todos los organismos internacionales. Pero Fernández Díaz acostumbra a pronunciar el elemento más negativo de esa posible independencia, con tintes dramáticos. A principios de año, tras las Navidades, aseguró que había habido familias enfrentadas, sin posibilidad de diálogo, en las fiestas navideñas, por la cuestión del proceso que se vive en Catalunya. Y, posteriormente pidió que se acabara la violencia en Catalunya.
Entusiasmado con una disertación sobre el terrorismo de ETA, y de la amenaza permanente del yihadismo, el ministro acabó hablando de Catalunya. Fue tras una pregunta sobre lo que podría suceder si fuera independiente. “Catalunya va a seguir siendo España. Ha sido, es y será España”, aseguró, y añadió que si fuera independiente sería “pasto” del yihadismo, porque quedaría en “un limbo jurídico”, una expresión, en este caso, similar a la que pronunció el ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, cuando aseguró que una Catalunya independiente “vagaría por el espacio sideral”.
Efecto boomerang
Esos excesos provocan el efecto contrario entre una parte de la sociedad catalana, que acaba burlándose de quien afirmar esas terribles consecuencias.
Al margen de las consideraciones realistas, sobre la base jurídica que podría tener Catalunya, el sector soberanista aprovecha esas expresiones para cargar contra España, en términos generales, al margen de quien sea el responsable de esas declaraciones.