El milagro surcoreano contra el coronavirus que avergüenza a España

Corea del Sur fue uno de los primeros países del mundo en registrar un brote de Covid-19. A pesar de ello, la rápida y eficiente gestión de las autoridaes surcoreanas han permitido aquello que todos los estados ansían con sus medidas de distanciamiento social: que la curva se frene. Así, el país asiático registraba el pasado 7 de marzo 6.767 casos de coronavirus y 44 muertos, mientras que España solo 374 y 5 decesos, según datos oficiales de la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

Un mes más tarde, el 2 de abril, los mismos números muestran un cambio de tendencia impresionante entre ambas naciones. España registró 102.136 casos confirmados y 9.053 muertes frente a los solo 9.976 diagnósticos y 169 decesos de Corea del Sur. ¿A qué se debe este aumento tan grande? A la rapidez y a la diferencia de estrategias entre ambos estados a la hora de hacer frente a esta pandemia originada en la provincia china de Hubei. 

Test masivos

Corea del Sur​ empezó a realizar test masivos de coronavirus desde el inicio de la infección, cosa que permitió aislar de forma rápida a los infectados frente a la infección. El país asiático realizaba una media de 15.000 test diarios para encontrar a los enfermos. España ha tenido problemas con la detección precoz de la enfermedad, puesto que los test rápidos han llegado tarde tras la polémica de las pruebas defectuosas que el gobierno compró a una empresa sin licencia de China. 

Las pruebas diagnósticas en España hasta la fecha tardaban días en dar una respuesta, al realizarse en pruebas laboratorios cuyos tiempos de duración eran más largos. Hasta que empezaron a usarse los test rápidos, Alemania llegó a hacer en una semana 5 veces más test que España en un mes y medio, puesto que la nación germana hacía 160.000 pruebas frente a las 50.000 españolas. Salvador Illa​ insiste ahora en que nuestro país está a la cabeza en diagnósticos, a pesar de haberse incorporado más tarde que el resto. 

Uso de mascarillas

Las mascarillas también han tenido un papel importante. Los surcoreanos las han utilizado desde el inicio de enfermedad, y la alta demanda hizo que el gobierno del país interviniera la producción de este material sanitario para evitar acopio y especulación. El Ejecutivo tuvo que decretar que todos los ciudadanos pudieran comprar por un par de ellas a la semana, para racionalizarlas entre los ciudadanos y evitar que se agotaran en las farmacias.

Asia también ha reprendido a Europa por salir a la calle sin protección. El director general de Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), George Gao, reprochó que en Europa y Estados Unidos nadie esté usando mascarilla. El responsable del gigante asiático tildó de «gran error» de Occidente que sus ciudadanos salgan a la calle sin sus debidas protecciones: «Tienes que usar una mascarilla, porque cuando hablas siempre salen gotas de tu boca».

El gobierno español ha tenido que dar un giro en su decisión. Si hace poco más de un mes el director del Centro de Coordinación de Emergencias y Alertas Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, insistía en que no era «necesario» que la población usara mascarillas, este viernes el gobierno ha autorizado el uso generalizado como una estrategia de contención a la pandemia. Es la primera vez que Simón o cualquier alto cargo de Sanidad tiene algo meridianamente alentador que decir respecto de algo que en los países asiáticos es una práctica considerada de sentido común.

Geolocalización

El gobierno de Corea del Sur utiliza una app para smartphone que monitoriza a las personas que se encuentren en régimen de cuarentena. La aplicación ha sido desarrollada por el Ministerio de Interior y Seguridad, y está diseñada para poder establecer comunicaciones con los más de 30.000 ciudadanos coreanos que han sido aislados. Este software se puede descargar en sistemas operativos Android y iPhone, y permite seguir en tiempo real a la persona en cuarentena en tiempo real a través del GPS. 

Esta tecnología se ha diseñado especialmente para evitar que los llamados ‘súper propagadores’, aquellas personas que han transmitido un significativo número de contagios, puedan evitar esparcir aún más el Covid-19. Las autoridades sanitarias coreanas han establecido como obligatoria la cuarentena de dos semanas para los sujetos que se hayan expuesto a la infección. España en cambio estudia ahora aplicar un sistema parecido y que ha dado gran éxito en los países asiáticos, aunque de momento está inoperativo.