Del jamón podrido a la carne mechada: alertas alimentarias en España
España notifica 18 alertas sanitarias a la UE en los primeros ocho meses de 2019: la de la carne La Mechá es el caso más reciente
La crisis de la carne mechada contaminada en Andalucía ha puesto en alerta a las autoridades sanitarias y ha impulsado un conflicto político aún por resolver. La situación también ha probado ser desafiante para el sector del gran consumo, obligando a un gigante como Mercadona a desmentir bulos de su implicación en el asunto. Durante las últimas horas, Lidl también ha negado que venda el controvertido producto.
La carne La Mechá, producida por la empresa sevillana Magrudis, está en el ojo del huracán tras más de 200 casos de listeriosis repartidos por toda España, de los que se ha informado plenamente durante los últimos 10 días. La bacteria ha contaminado también otros dos productos de Magrudis: el lomo al jerez y el lomo al pimientón. La infección puede resultar mortal en ancianos, embarzadas o pacientes muy enfermos.
Este lunes, la Junta de Andalucía informó de que la empresa fabricó carne mechada en sus nuevas instalaciones sin avisar antes al Gobierno autonómico de la ampliación de las naves. La comercialización del lote con el brote de listeriosis tuvo lugar sin una inspección previa, mientras Magrudis defiende que hizo autocontroles en junio que dieron negativos en los análisis de la bacteria.
El caso es el más reciente en una seguidilla de alertas alimentarias en España este año, después de un 2018 marcado por el escándalo del jamón ibérico podrido que es investigado actualmente por un juzgado de Badajoz. La cronología de la trama de la carne caducada, revelada por este medio, ilustra que aunque el impacto de estas polémicas es inmediatamente profundo, el desenlace suele demorar.
En las últimas semanas, por ejemplo, dos de las principales empresas de la trama del jamón podrido –Comapa y Valle de los Valfríos– se han declarado en quiebra o han entrado en preconcurso de acreedores, unos meses después de haberse visto obligadas a rendir cuentas ante las autoridades, imputadas por presuntamente reempaquetar carne caducada y alterar las etiquetas para venderla al público.
Después del jamón podrido: 18 alertas sanitarias en 2019
El brote de listeriosis detectado en la carne mecada de Magrudis supone la decimoctava alerta alimentaria que notifica España en 2019 a la Comisión Europea. La cifra representa cerca del 7% de las 261 alertas por alimentos retirados por presencia de sustancias o patógenos que exceden los límites legales registradas en la Unión Europea en los ocho primeros meses del año, informó Efe.
En junio, por ejemplo, España advirtió a la UE de que había detectado contenido demasiado alto de gluten en magdalenas o «muffins» que presuntamente eran libres de esta proteína y que se dirigían al mercado celiaco. Se trata de un producto de las marcas Sol Natural y Mdalen, fabricado en Cataluña y distribuido en esa misma comunidad autónoma, así como en Canarias, País Vasco y Portugal.
Otras magdalenas fueron motivo de una alerta en junio: las de la marca Diet Radisson, señaladas por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición por no declarar en el etiquetado la presencia de leche. La alerta era una recomendación para que los consumidores alérgicos o intolerantes se abstengan de consumirlo, pues no comporta riesgo para otras personas.
En febrero, la misma Agencia notificó de una alerta alimentaria también por listeria en un queso maduro elaborado en el País Vasco con leche cruda de oveja, debido a una infección tóxica leve con dos afectados. Se trata de las marcas San Donato, Izaga, Arralde, Euskal Gazta, Lapiko y Kutixak. También el queso curado Denominación de Origen (D.O.) estuvo implicado en la alerta.
En enero, España también informó de la presencia de toxina botulínica en sardinas en lata procedentes de Portugal que estaban a la venta como marca blanca en los supermercados del grupo DIA, que procedió a la retirada de un lote de casi 25.000 latas que se distribuyó en diferentes establecimientos de la empresa tanto en España como en Portugal.
Otras alertas de este año han sido por sulfitos no declarados en lomos de sardinas ahumadas fabricados en Valencia, proteínas lácteas no declaradas en el etiquetado en rosquillas elaboradas en Extremadura, huevo no declarado en las delicias de cangrejo de la marca Angulas Manterola, y presencia de proteína de leche y huevo en un helado de La Sirena.
El protocolo de las alertas alimentarias es así: la autoridad sanitaria autonómica confirma la contaminación, transmite la información al resto de comunidades y al Ministerio de Sanidad, que a su vez se encarga de transmitir la alerta a la UE, para el conocimiento del resto de Estados miembro.