Crisis de la carne mechada: seis preguntas con respuesta
Mientras se desarrollan las investigaciones y se da por concluida la crisis de la carne mechada, esto es todo lo que se sabe del brote de listeriosis
Este martes se confirmó la tercera muerte por infección con listeria: una paciente de 74 años con patologías previas –es decir, dentro de la población de riesgo– falleció en un hospital de Sevilla. Con en torno a 200 afectados en toda España –la mayoría en la Comunidad de Andalucía–, la crisis de la carne mechada de la empresa Magrudis no amaina cuando han pasado casi dos semanas desde que se informó del brote.
Desde el Gobierno de España hasta la Organización Mundial de la Salud (OMS) se han referido al asunto, que se ha convertido sin duda en el tema de la segunda mitad de agosto, coincidiendo con un parón de verano en el Gobierno (en funciones), que a su vez coincide con un bloqueo político de solución hasta ahora imprevista, dada la incertidumbre entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias ante la tarea de formar un nuevo Ejecutivo.
Tanto a nivel regional como nacional, la crisis de la carne mechada se ha colado en la agenda noticiosa, política y sanitaria. La compañía Magrudis está en el ojo de la tormenta, la Junta de Andalucía es también objeto de escrutinio, y el Ministerio de Sanidad intenta dar respuesta después de ser acusado de guardar silencio durante los primeros días en los que estalló la noticia. A continuación, un resumen de lo que ha sucedido.
¿Cuándo surgió el brote de listeriosis?
La Junta de Andalucía declaró la alerta sanitaria el pasado 15 de agosto, pero los rumores ya tenían al menos una semana. El Ejecutivo autonómico intentó examinar en un laboratorio muestras de la carne contaminada tan temprano como el 8 de agosto, pero según el consejero de Salud, Jesús Aguirre, hubo una confusión que retrasó los análisis: creían que la carne provenía de Málaga, no de Sevilla.
«El primer caso de toxiinfección alimentaria lo vimos el 5 de agosto en Pilas», afirmó Aguirre en una entrevista con el diario ABC en la que también dijo que «en los últimos días de julio detectamos un aumento importante de casos salteados» de listeriosis. Tras el caso del 5 de agosto se recogieron muestras para un estudio de cultivo tras el cual los técnicos dijeron que «nunca habían visto tal cantidad de colonias de listeria».
Tras determinar el 14 de agosto que la carne estaba contaminada y que no era de Málaga, sino que era producida por la empresa sevillana Magrudis bajo la marca La Mechá, la Junta declaró la alerta sanitaria el día siguiente. Asociaciones de consumidores y partidos políticos critican al Gobierno de Juan Manuel Moreno (PP) por no actuar con rapidez ante el brote, cuya alerta –aseguran– pudo decretarse con anterioridad.
El 19 de agosto, la ministra de Sanidad en funciones, María Luisa Carcedo, afirmó que el Ministerio está «alerta» ante el brote. Ese mismo día se confirman casos fuera de Andalucía: un afectado en Extremadura presenta síntomas tras comer la carne en un paseo andaluz. Con una lista de más de 50 hospitalizados a esa altura, el 20 de agosto se confirma la primera muerte: una anciana de 90 años.
¿Cuántas víctimas hay por la crisis de la carne mechada?
En Andalucía, hasta este martes, había al menos 196 afectados por el brote de listeriosis. La mayoría de los casos son en esa comunidad, aunque también los hay otras regiones del país, por lo quede decirse que la lista de víctimas ya supera los 200 nombres. En las provincias andaluzas de Almería, Córdoba y Jaén no hay casos confirmados; en todas las demás sí, la mayoría en Sevilla (más del 80%).
Antes de confirmarse la tercera muerte por la crisis de la carne mechada, la Junta de Andalucía intentó apabullar la alarma señalando que el número de afectados no seguirá creciendo al ritmo en que lo ha hecho estas últimas dos semanas, a la luz de que el número de hospitalizados cayó un 20% entre el lunes y el martes, la mayor caída tras las doce jornadas que han transcurrido desde que se decretó la alerta sanitaria.
Ya desde el lunes la Junta informó de que prevé que el brote de listeriosis entre en una fase de «inflexión» pero con un «goteo» de casos hasta octubre. En esta fase se prevé que haya nuevos casos porque el periodo de incubación es muy amplio, por lo que se ha insistido en la necesidad de consultar al médico en caso de sospecha porque el diagnóstico inmediato permite la curación de la infección causada por la bacteria.
¿Qué es Magrudis?
Magrudis SL es el fabricante de La Mechá, el producto de carne mechada responsable del brote. Ubicada en Sevilla, la empresa fue confirmada como la causante de la crisis el pasado 14 de agosto, un día antes de que se declarara la alerta sanitaria. El 21 de agosto, la Junta ordenó paralizar su actividad y retirar todos los productos que la compañía ha elaborado y que estaban en el mercado mientras se resuelve la crisis.
Desde el inicio de la controversia, la Junta aseguró que Magrudis «ha mantenido una colaboración estrecha con Salud Pública durante la investigación y ha comunicado a sus clientes estos mismos hechos». No obstante, conforme se ha desarrollado la crisis, la compañía ha intentado desmentir algunas de las declaraciones de las autoridades políticas y sanitarias, e incluso ha provocado duras respuestas de los dirigentes.
El 25 de agosto, Magrudis aseguró que días antes del envasado de la carne contaminada tenía un análisis de laboratorio que dio como resultado «ausencia de listeria». La empresa, en un comunicado, afirmó que «no se explica lo sucedido», dijo estar «en estado de shock» y avanzó que «se están haciendo las investigaciones internas» porque cumple «con todas sus obligaciones sanitarias» y tiene «instalaciones homologadas».
La cosa no fue a mejor el pasado lunes 26 de agosto, cuando el gerente de Magrudis, José Marín, declaró: «Si encuentran bacterias en un quirófano, ¿cómo no va a haber en mi fábrica?». O este martes, cuando el mismo Marín dijo: «No debe ser tan evidente lo del brote de listeria cuando los mismos veterinarios del Ayuntamiento de Sevilla y técnicos de la Junta llevan varios días intentando dar con él y no lo consiguen».
Ante estas declaraciones, Carcedo señaló que la bacteria «no se produce por magia»: «hay unos gérmenes que crecieron, que se identificaron y que generaron enfermedad». «La bacteria está y fue la que generó la enfermedad y su aparición en el alimento no se produce por magia», añadió la ministra, un día después de que se reveló que Magrudis fabricó carne en sus nuevas instalaciones sin una inspección sanitaria previa.
¿Cuántas investigaciones hay?
Se han anunciado dos investigaciones por la crisis de la carne mechada: una en la Fiscalía Superior de Andalucía y otra en la Fiscalía de Sevilla. La primera es la apertura de un caso penal sobre el brote de listeriosis que responde a una denuncia presentada por la Asociación Defensor del Paciente, por el impacto de la carne contaminada en los afectados. El Ministerio Público ya analiza la documentación adjuntada en la denuncia.
La segunda investigación, en la Fiscalía de Sevilla, se confirmó tras abrir diligencias la semana pasada ante una denuncia de la Junta para conocer si la empresa Comercial Martínez León vendió carne mechada de Magrudis reenvasada como su marca blanca y sin indicaciones sobre el proveedor del producto. Podemos Andalucía y Facua anunciaron que presentarían denuncias.
Facua-Consumidores en Acción, que insta a los afectados a reclamar por daños a la salud y económicos, dijo este martes que espera que en los próximos días se pongan en marcha las diligencias previas por la querella presentada contra Magrudis por un delito contra la salud pública y añadió que a lo largo de la investigación «se pueden determinar más delitos» que no se han detallado por «prudencia».
¿Dónde se vendió la carne mechada contaminada?
Al tratarse de un platillo de interés regional y no nacional, la carne mechada de La Mechá se distribuyó principalmente en Andalucía, aunque también hubo envíos a otras partes de España. Se estima que Magrudis ha producido hasta 2.000 lotes del producto, pero Sanidad dice que retiró todas las existencias producidas desde el mes de mayo.
Algunas partidas de la carne contaminada fueron distribuidas en Extremadura, Madrid, Castilla-La Mancha y Tenerife, y aunque se realizó un pedido desde Cataluña se ha informado de que el mismo nunca llegó. Se cree que el riesgo no es exclusivo de las tiendas y supermercados que lo vendían, sino también restaurantes y bares que sirven carne mechada y que pudieron comptar la de la marca en cuestión.
¿Cuál ha sido la reacción política?
La reacción política a la crisis de la carne mechada ha sido, también, controversial. Por un lado, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla se han ensarzado a raíz del brote y se han acusado mutuamente de negligencia tanto en los controles sanitarios como en la gestión de la crisis. Podemos ha exigido la dimisión del consejero de Salud de Andalucía, Jesús Aguirre.
También ha sido criticado el presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno, porque la crisis estalló durante sus vacaciones. El PSOE andaluz le criticó por estar «seguramente comiendo marisco» de viaje mientras «en Andalucía los ciudadanos no tienen seguridad de lo que están comiendo». Los socialistas también manifestaron «serias dudas» sobre el «número real» de personas afectadas.
El PP, por su parte, acusó a los partidos de querer «sacar réditos políticos» del brote de listeriosis, y defendió que el Gobierno de La Junta está por «la responsabilidad y priorizar la salud de las personas afectadas». Moreno «ha estado en contacto permanente con esta cuestión», añadieron desde el PP de Andalucía.
Por su parte, la expresidenta socialista de Andalucía, Susana Díaz, afirmó este martes que la Junta ha actuado «tarde, mal y sin transparencia». «Se trata de una crisis llena de interrogantes y errores desde que a mediados de agosto la Junta decretó la alerta sanitaria», dijo, a la vez que ofreció la colaboración del PSOE-A para poner fin a la crisis.
Este martes también se confirmó que la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, comparecerá el 5 de septiembre en la comisión correspondiente del Congreso para explicar las medidas que se han adoptado para atajar el brote de listeriosis. La ministra fue criticada por afirmar, al inicio de la crisis, que «no existe ningún motivo de alerta».