España prohíbe el turismo de cruceros indefinidamente
El Gobierno mantiene las restricciones de la llegada por mar para cruceros y barcos recreativos, pese a haber abierto las fronteras por tierra y aire
El pasado 13 de marzo entró en vigor una medida del Gobierno que prohibía la entrada de cruceros de cualquier origen con destino a España para frenar la expansión del coronavirus. Esta medida se sumaba al resto de restricciones por tierra y aire que derivaban como consecuencia del Estado de Alarma.
El fin de este período, el pasado 21 de junio, implicó la apertura de las comunicaciones terrestres y por avión para facilitar la llegada de los turistas internacionales. Sin embargo, los aficionados al turismo marítimo y a los cruceros no han corrido la misma suerte.
El Boletín Oficial del Estado publica este fin de semana una orden mediante la que se mantiene una restricción indefinida a la llegada y salida de cruceros en las costas españolas hasta que se haya superado la crisis sanitaria. Y el carácter nebuloso del futuro de la situación hace que sea impredecible saber cuándo se podrá volver a viajar a España por mar.
El turismo, seriamente tocado
Es una medida que afecta a miles de turistas de alrededor del mundo que querían planificar sus vacaciones en territorio español a través de este medio de transporte. «Está prohibida la entrada a los puertos españoles de cruceros de pasajeros que realizan viajes internacionales y navegan por las aguas del mar territorial para ingresar a los puertos españoles abiertos a la navegación internacional», concreta el decreto del BOE.
Así lo ha publicado el Ejecutivo en una orden, justificando la decisión como «una medida proporcionada, objetiva y no discriminatoria en línea con el objetivo establecido por el Comité de Emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para interrumpir la propagación del virus».
Además, el Gobierno insiste en que la llegada de cruceros supondría riesgos que podrían estropear el progreso realizado para contener la pandemia y los futuros rebrotes. La orden indica: «en la actualidad, los efectos de la pandemia han sido controlados por medidas de contención, pero la situación sigue siendo un desafío de salud pública sin precedentes.
Prohibición para cruceros y barcos recreativos
Según el escrito, en los cruceros y barcos de pasajeros recreativos cuyo viaje dura varios días o semanas, si ocurre un caso de Covid-19 en uno de estos barcos, podría tener un gran impacto en la salud de la población donde atraca. Esto ocurre porque son lugares cerrados donde cientos o miles de personas de diversas características, comparten espacios y actividades de una manera muy cercana y en las que la probabilidad de transmisión de enfermedades es alta.
La medida seguirá vigente hasta el final de la situación de crisis de salud causada por el virus, según el Real Decreto-ley 21/2020 del 9 de junio para la nueva normalidad, que incluye medidas preventivas, de contención y de coordinación para enfrentar la crisis sanitaria.
Más de 10 millones de cruceristas dejan 1.500 millones en España
Los cruceros son una pata del turismo muy importante. Unos 32 millones de personas cogen uno de sus barcos cada año y casi un tercio, 10,1 millones, pasan por algún puerto español, según los últimos datos disponibles, de 2018. La mitad de los cuceristas son estadounidenses, además están entre los más queridos por su poder adquisitivo, si bien los orientales (15%) son emergentes.
Los comerciantes de las zonas cercanas a los puertos de cruceros, como los del centro de Barcelona, conocen bien a este tipo de turistas. Los cruceros aportan a la economía española 1.500 millones de euros al año, contando el gasto de los viajes y los 30.000 puestos de trabajo que se calcula que genera.
Los españoles que quieran coger un crucero tampoco podrán hacerlo desde sus puertos. En 2018, 530.000 españoles tomaron uno de los barcos de Costa Cruceros, Grimaldi, MSC, Royal Caribbean, etc. La edad media del crucerista de nuestro país es de 45 años y la estancia media fue de 7,3 días a bordo.