Reino Unido podría alcanzar los 40.000 muertos, según expertos
La falta de medidas iniciales para frenar la pandemia va camino de convertir al Reino Unido en el país más castigado de Europa por la Covid-19
Las cifras de contagios por coronavirus en Reino Unido siguen disparadas. Los expertos constatan que los británicos están lejos de alcanzar el pico de la pandemia y que, en consecuencia, podría convertirse en el país más castigado de Europa por la Covid-19. En el reciente recuento de las últimas 24 horas se contabilizaron 847 muertes por esta causa, que elevaron los fallecidos hasta 14.576. Y eso partiendo de la base de que Reino Unido, como hacía España hasta ahora, solo tiene en cuenta los decesos en hospitales.
Para reducir los contagios la tendencia, el gobierno del país británico ha anunciado que las medidas de confinamiento obligatorio se extenderán durante, al menos, tres semanas más. Es decir, hasta el 7 de mayo como mínimo. “Un aligeramiento prematuro dañaría nuestra economía durante un periodo aún más largo. El consejo de los expertos es que la relajación de cualquiera de las medidas actuales dañaría, tanto la salud pública, como la economía”, explicó el ministro de Exteriores, Dominic Raab, que suple en funciones al primer ministro Boris Johnson.
Johnson dio positivo por coronavirus el 29 de marzo y fue hospitalizado en Londres el pasado 5 de abril. Esta semana ya ha recibido el alta hospitalaria, aunque todavía no ha reanudado su trabajo.
Podrían llegar nueve oleadas más al país
«El Reino Unido se podría convertir en la nación europea más azotada por la pandemia al provocar 40.000 muertes. Para suprimir la cadena de transmisión, esperamos que el confinamiento y el distanciamiento social estén generando una gran represión de la epidemia. Pero nos enfrentaremos a más olas», según afirmó el pasado viernes Anthony Costello, profesor del University College de Londres, durante una comparecencia ante el comité sanitario que evalúa la respuesta del Gobierno al brote.
De acuerdo con Costello, el Reino Unido podría sufrir hasta nueve oleadas más después de que las medidas de confinamiento se relajen, por lo que destacó que es prioritario armarse de más test y Equipos de Protección Individual (EPI). Según el especialista, Reino Unido tardó en hacer “varias cosas” y por eso «probablemente tiene la tasa de mortalidad más alta de Europa».
En la última semana, el país de Europa con una mayor tasa de letalidad ha sido Bélgica —con algo más de 11 millones de habitantes— y 204 fallecidos por millón de personas. Este país, al contrario que el Reino Unido, contabiliza la totalidad de los fallecidos, incluyendo los que se producen residencias de ancianos, por lo que no serían comparables.
Es probable que en la primera oleada de contagios se contagie entre un 10% y un 15% de la población, según Costello. Sin embargo, harán falta «otras cinco o seis oleadas antes de llegar al 60% de infectados». Este porcentaje sería el que permitiría a la población del Reino Unido —compuesta por unos 66 millones de habitantes— lograr la conocida como «inmunidad de grupo». Es decir, que después de que unos 40 millones se infectaran, la ciudadanía contaría con resistencia al virus, lo que dificultaría su propagación.
En cuanto a número de contagios, el país ha superado ya la barrera de las 100.000 personas, llegando hasta las 108.692 personas contagiadas.
En busca de la vacuna
El Gobierno británico ha creado también un comité formado por expertos del mundo académico y empresarial para desarrollar «tan pronto como sea posible» una vacuna contra la Covid-19 e impulsar su producción masiva. Este organismo se encargará de «todas las etapas de desarrollo», lo que puede llevar «varios meses» y para lo que «no existen garantías».
El diario The Guardian reveló el viernes que los hospitales de Inglaterra se preparan para pedir a sus sanitarios que trabajen sin batas quirúrgicas impermeables, recomendadas para tratar a los enfermos de coronavirus, ya que sus suministros se terminarán en las próximas horas. Ante las intensas críticas que está recibiendo el Ejecutivo por este motivo, el ministro de Sanidad, Matt Hancock, ha animado a las empresas a ofrecerse a fabricar EPI, ya que la «alta demanda a nivel mundial» dificulta poder obtener los recursos necesarios.