Colau reta a sus rivales a unas municipales al margen de la crisis catalana
Colau pide dejar fuera de la precampaña la lucha contra los narcopisos, los intentos de frenar los precios del alquiler y la financiación del transporte
Queda un año aún para las municipales y Ada Colau ya le ve las orejas a dos lobos: el de las candidaturas unitarias vertebradas en clave de la disputa nacionalista y el de una larguísima precampaña electoral que su gobierno afronta sin ningún gran proyecto pendiente de presentar y sin apenas margen operativo para alcanzar acuerdos en un Ayuntamiento en el que Barcelona en Comú está más sola que nunca.
Por eso, la alcaldesa ha aprovechado una conferencia en el hotel Palace para reclamar dos cosas. La primera, que las municipales de mayo de 2019 vayan “de Barcelona, no de ningún otro tema”. La otra, que la oposición deje fuera del ring de la precampaña tres asuntos: la lucha contra los narcopisos y el tráfico de drogas en el barrio del Raval y el resto del distrito de Ciutat Vella, la financiación del transporte público y el intento de poner freno a la subida desbocada del precio de la vivienda de alquiler.
La vivienda, caballo de batalla
Con los dos primeros temas, lo tendrá fácil hasta cierto punto, porque ya tiene encarrilado un pacto con el Pdecat, principal partido de la oposición municipal, para impulsar un plan de choque ad hoc y porque a la hora de buscar un sistema de financiación más estable del transporte metropolitano, también hay entendimiento entre la mayoría de grupos, y entre Ayuntamiento y Generalitat. El reproche va hacia el gobierno central, que es quien ha reducido su aportación en los últimos años.
Con el tema de la vivienda, en cambio, ya se verá, porque, al fin y al cabo, lo que pretende Colau es apadrinar cambios legislativos en el Congreso, y eso conlleva necesariamente debate político, y porque el balance de sus políticas de vivienda es un objeto de controversia de primer orden. De hecho, la alcaldesa, que hacía balance de su mandato coincidiendo con el tercer aniversario de su victoria electoral, ha hecho bandera de tener 66 promociones de pisos en marcha, lo que permitirá, ha dicho, duplicar a finales del próximo mandato los 7.000 que integraban el parque de vivienda protegida cuando llegó a la alcaldía.
La alcaldesa ha lamentado no tener más margen de maniobra en políticas de vivienda al no tener el consistorio más competencias
La oposición, en cambio, le reprocha que a final de este mandato solo habrá acabado 700 pisos de los 4.000 pisos prometidos, a lo que los de Colau replican con un clásico de los balances políticos: que hablaban de pisos empezados, y que empezados, estarán. Este jueves, la alcaldesa ha lamentado no tener más margen de maniobra en políticas de vivienda al no tener el consistorio más competencias, y ha reclamado más aportaciones del resto de administraciones. “Por cada 100 euros que el Ayuntamiento invierte en vivienda, la Generalitat aporta 23, y el estado, 10”, ha protestado.
Más allá de la petición a la oposición de “bajar la bandera de la precampaña” con el Raval y los precios de los alquileres, Colau ha salido al paso de los múltiples movimientos encaminados a organizar candidaturas unitarias diseñadas para desbancarla pidiendo que el protagonismo de las elecciones sea para el relato de la ciudad. Es el mismo discurso de su ex socio del PSC Jaume Collboni, que, paradójicamente, no fue expulsado del gobierno municipal en noviembre por nada que tuviera que ver con esa clave estrictamente municipal, sino por el apoyo socialista a la aplicación del 155.
Maniobras y listas unitarias
La conferencia de Colau, que hablaba en el marco de Tribuna Catalunya, el ciclo que organiza el fórum Nueva Economía, se da la misma semana en que un nuevo nombre ha salido a la palestra como aspirante a unas eventuales primarias soberanistas, el del exconseller Ferran Mascarell.
El que también fue concejal socialista de cultura se suma así al filósofo Jordi Graupera, que es quien puso sobre la mesa unas primarias de las que surja una única candidatura independentista. Con una diferencia. La candidata del Pdecat, Neus Munté, que hasta ahora, y como el candidato de ERC, Alfred Bosch, se ha hecho la sueca respecto de los llamamientos públicos de Graupera, sí que asistió a la charla de Mascarell. Munté, presidenta del Pdecat, le ganó las primarias al candidato más abiertamente puigdemontista y partidario de una gran alianza independentista por Barcelona, Carles Agustí, pero este martes acudió igualmente a Alemania a recibir la bendición del expresident Carles Puigdemont.
El PSC no vería con malos ojos integrarse después de las elecciones en un gobierno de coalición con Valls
Las maniobras en el bando independentista para desbancar a Colau por la vía de la confluencia que a ella la llevó a la alcaldía coinciden con los últimos movimientos del ex primer ministro francés Manuel Valls, que esta semana se ha reunido con el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, y con distintos empresarios para tantear las opciones de vertebrar a su vez una candidatura constitucionalista al ayuntamiento, como le ha propuesto Cs. Según informa La Vanguardia, Iceta le ha reiterado el no que los socialistas ya le gritaron a la cara en cuanto lanzó la idea, pero también que no vería con malos ojos integrarse después de las elecciones en un gobierno de coalición.
“Han comenzado a salir muchos nombres. Unos supongo que se confirmarán, y otros no lo sé. La mala noticia es que se ha hablado más de candidatos que de Barcelona”, ha dicho Colau, que ha advertido que la apuesta por “la política de bloques” sería “muy mala» para Cataluña y para Barcelona. «Necesitamos espacios de diálogo y hablar de proyectos y acuerdos de ciudad».
«Cohesión civil» frente a las murallas
La alcaldesa aprovechaba el pase al hueco que le había hecho el presentador del acto, Antón Costas. El presidente de la Fundación Círculo de Economía había presentado a la ponente recordando que él se enamoró de una Barcelona que en el siglo XX derribó los muros que la constreñían al grito de «abajo las murallas», y que su mayor temor de cara a la próxima batalla electoral por la capital catalana es que el nuevo grito sea «levantemos murallas», de manera que la instó a preservar «la cohesión civil».
Colau asentía y luego le aceptaba el reto. Los «valores» y la «cohesión social» que la alcaldesa entiende que definen a Barcelona deberían hacerlo posible. La prueba, ha alegado, es que, pese al bloqueo político en Cataluña, la ciudad no se ha parado. Y también la respuesta «ejemplar» al atentado de la Rambla, el verano pasado.
La macrooperación policial la ha situado como un ejemplo más de una «judicialización de la política», pese a admitir que no tenía detalles de la misma
Colau ha sacado pecho de las fortalezas de la capital catalana, ha apremiado a formar gobierno a Quim Torra para resolver temas pendientes como la aportación de la Generalitat al consorcio de vivienda, y ha tenido tiempo para repasar la útlima hora política. ya lo ha dicho
Sobre las negociaciones entre PSC, PP y Cs para quitar la alcaldía de Badalona a Dolors Sabater (Badalona en Comú), ha advertido a los socialistas que «una fuerza progresista no puede dar poder o legitimidad» a «una persona racista y xenófoba» como a su juicio es el líder del PP, Xavier García Albiol. Mientras que la macrooperación policial de este mismo miércoles la ha situado como un ejemplo más de una «judicialización de la política que no hace más que complicar las cosas», pese a admitir que no tenía detalles sobre la misma.
Ha defendido que Iglesias y Montero sigan al frente del partido, y ha dejado claro que ella no se compraría una casa de 600.000 euros
Y sobre la crisis y la consulta interna en Podemos, ha considerado que el tema del chalet se ha sobredimensiado, ha defendido que Pablo Iglesias e Irene Montero sigan al frente del partido, y ha dejado claro que ella no se compraría una casa de 600.000 euros. «Vivo de alquiler en la misma casa que antes de ser alcaldesa y no tengo pensado cambiar de forma de vida». Y si no ha dicho nada de la sentencia de la Gurtel, es solo porque aún no había trascendido.
Munté replica
Entre el público, además de otros miembros del gobierno de BComú, entre ellos los tenientes de alcalde Gerardo Pisarello, Laia Ortiz y Janet Sanz, también el concejal del Pdecat Jaume Ciurana, la de ERC Trini Capdevila y la edil socialista Carmen Andrés tomaban nota. Y no faltaba tampoco Munté, que ya imbuida de su papel de alcaldable, no ha tardado en replicar.
¿El balance de Colau? “Autocomplaciente y carente de autocrítica”, ha sentenciado. ¿Su propuesta de centrar la larga carrera electoral hablar de Barcelona? “Estamos de acuerdo, pero hablar de Barcelona es también hablar de la capital de un país que sufre una grave regresión democrática, y hablar de valores republicanos”. En política, y más aquí y ahora, ya se sabe: el significado de cada palabra, de cada frase, puede adaptarse al gusto del consumidor.