Colau remata al turismo con la amenaza de playas vacías
El Ayuntamiento de Barcelona obligará a abandonar el litoral de baño si se incumplen las limitaciones de aforo y los controles de acceso
Las restricciones de Ada Colau en los accesos a las playas de Barcelona ponen en peligro uno de los actractivos turísticos de la ciudad en un momento en el que la hostelería tiembla ante el mal año como consecuencia de la crisis del coronavirus. El ayuntamiento ha decidido que desalojará playas si con medidas de control de acceso no basta para evitar la saturación.
Las playas de Barcelona han tenido que ser desalojadas en dos ocasiones desde que abrieron al público. El 23 de junio, para evitar celebraciones de San Juan, y el pasado sábado 27 de junio, momento en el que se detectó la acumulación puntual de personas en la Barcelona como consecuencia del Pride. En ningún caso hizo falta la intervención de la Guardia Urbana.
El teniente de alcalde de Prevención y Seguridad, Albert Batlle, ha recordado que esta política se irá llevando a cabo mientras ha visitado al grupo de playas de la Guardia Urbana. Esta unidad se encarga en verano de vigilar el litoral barcelonés y está formada por 80 agentes y 10 mandos policiales: «La unidad de playas este año tienen un objetivo inimaginable hace unos meses, que es la vigilancia de la seguridad sanitaria».
Batlle ha señalado que a los objetivos tradicionales de la unidad de playas de velar por la seguridad y convivencia, regular el tráfico de acceso a las playas y combatir la actividad comercial irregular este año se une el de velar por las medidas de seguridad de la nueva normalidad y evitar que la ocupación peligro las normas de seguridad sanitaria.
Llamar a la responsablidad
En declaraciones a los medios antes de visitar el módulo policial remodelado de la Barceloneta para adaptarlas a la tarea del grupo operativo de playas, Albert Batlle ha hecho un llamamiento a la responsabilidad y al civismo y a disfrutar del verano en las playas con «contención».
El grupo de playas de la policía local de Barcelona funciona desde hace 9 años. Trabajan desde el módulo de la playa de la Barcelona y también desde el situado en el espigón de la playa del Bogatell, donde controlan y llevan a cabo el seguimoento de todos los fenómenos que se vayan detectando en la zona de playas y elaboran estrategias para hacerles frente.
Los policías integrantes de estos grupo patrullan a pie; con scooters; con vehículos de cuatro ruedas; con bicicletas; con vehículos tipo «quad» adaptados especialmente para circular por la arena; y con dos embarcaciones semirrígidas, que permiten mejorar las tareas de vigilancia y control tanto de la playa como de los espigones.