Cataluña obligará a cerrar los comercios de 24 horas por la noche
Cataluña adelanta el horario de cierre de los comercios 24 horas para evitar que vendan alcohol a lo jóvenes para los botellones
La Generalitat de Cataluña obligará a los comercios de 24 horas a cerrar a las 22.00 horas. Con esta medida se pretende evitar los botellones, sobre los que las autoridades sanitarias catalanas advierten que constituyen un foco de contagio de Covid-19.
Así lo anunció este lunes el consejero catalán de Interior, Miquel Sàmper, en declaraciones al programa Café de ideas, de RTVE. Avanzó que el Prociclat acordará reducir el horario de los comercios de 24 horas en la reunión que mantendrá este lunes por la tarde. El Prociclat es el organismo que propone las estratégicas para combatir la propagación de la pandemia.
Sàmper argumentó que obligarán a estos comercios de proximidad a cerrar a la misma hora que los parques públicos, a las10 de la noche. El objetivo es que los jóvenes no puedan comprar alcohol para sus fiestas callejeras, los conocidos botellones.
El titular de Interior insistió en que esta medida “afecta a un sector limitado”, refiriéndose a los jóvenes que siguen realizando fiestas en grupo sin medidas sanitarias.
Cataluña descarta el toque de queda
Descartó que la Generalitat prepare un toque de queda aunque reconoció que hay la posibilidad de decretar el estado de alarma. Advirtió que “si con la terapia [medidas preventivas como el cierre de bares o avanzar la hora de comercios] no salimos adelante, seremos más restrictivos, que es lo que no queríamos hacer».
El gobierno catalán está incrementando las medidas sobre el sector comercial para frenar el avance de la epidemia. Esta última medida se une a un amplio conjunto de restricciones, como la reducción del aforo de los comercios, la limitación de las reuniones sociales o la extensión masiva del teletrabajo. Aplica medidas más drásticas que en el resto de España.
Desde el Gremio de Restauradores de Barcelona se advierte a la Generalitat que sus medidas no solucionan los problemas sanitarios ni tampoco los económicos.
El presidente en funciones de la Generalitat, Pere Aragonès, ha pedido al Gobierno central que sufrague el coste de cierre de los bares y restaurantes catalanes. Se les ha obligado a cerrar durante dos semanas.
En una carta dirigida al Gobierno de Pedro Sánchez, Aragonès reclama una moratoria en el pago de impuestos en el sector de la hostelería.