Puigdemont amaga con plantar a sus fieles en Estrasburgo
Torra no acudirá a la protesta en defensa de Puigdemont en Estrasburgo, y el entorno del expresident da a entender que no acudirá porque podría ser detenido
“¡Apretáis y hacéis bien en apretar!”. Así jaleaba Quim Torra a los CDR en el primer aniversario del 1-O. El president sintetizaba así uno de los ejes de la apuesta política de Junts per Catalunya (JpC): delegar en la calle el mantenimiento de la tensión independentista, una tensión que, combinada con la inflamación retórica, camufle que a nivel institucional ya no se están dando más pasos hacia la república catalana.
Una política en la que la formación posconvergente y el gobierno de la Generalitat ya estaban instalados entonces y en la que siguen hoy. El último ejemplo es la concentración convocada este martes en Estrasburgo, inicialmente para protestar contra el veto de la Junta Electoral Central (JEc) a que Carles Puigdemont y Toni Comín, que además de huídos de la justicia española son los dos eurodiputados electos de JpC, puedan tomar posesión de sus escaños en la Eurocámara. El objeto de la protesta se ha ampliado después a la decisión del Supremo de que Oriol Junqueras, número uno de la candidatura de ERC y en prisión preventiva a la espera de la sentencia de la causa del procés, tampoco pueda asumir su cargo a todos los efectos.
La concentración la convocó el Consejo para la República, el organismo parainstitucional presidido por el propio expresidente catalán y en el que el govern ha externalizado la tarea de internacionalizar la causa independentista. Pero Torra, que un mes después de aquella arenga a los CDR presentó con toda la pompa el consejo en el Palau de la Generalitat, no acudirá, y Puigdemont seguía sin confirmar su presencia en el momento de cerrar este artículo.
En el caso de Torra, cuya presencia en Estrasburgo el gobierno catalán confirmó la semana pasada, hay causas de fuerza mayor para el cambio de planes. El president ha optado por quedarse en Cataluña por el elevadísimo riesgo de incendios asociado a la ola de calor y la enorme magnitud del de Ribera d’Ebre (Tarragona), que ha devastado más de 5.000 hectáreas.
Puigdemont prepara el terreno para no acudir
Menos clara es la situación de Puigdemont, y también de Comín. El expresident y el exconseller habían recurrido su veto ante el Tribunal General de la Unión Europea, y le habían pedido medidas cautelares para poder tomar posesión de su escaño, pero este lunes, el tribunal las denegó. De modo que, de presentarse en suelo francés, Puigdemont y Comín no dispondrían de ningún aval judicial que les permitiera esgrimir la inmunidad que la UE otorga a los europarlamentarios, y podrían ser detenidos.
De hecho, este lunes el entorno empezó a preparar el terreno para justificar un eventual plantón a los 6.000 fieles que, según los organizadores, acudirán a arroparle a Estrasburgo. Así, amagó con la existencia de un supuesto plan de la policía española para detener a Puigdemont si pisa suelo francés, una posibilidad de la que El Nacional se hizo eco citando como fuentes a su equipo de abogados, según el cual. las autoridades españolas podrían aferrarse a un convenio de “readmisión de personas en situación irregular” firmado en 2002 entre España y Francia.
En todo caso, también las autoridades francesas podrían detener a Puigdemont y Comín, en caso de que ambos optaran por arriesgarse a acudir a Estrasburgo. Desde que el Supremo renunció a solicitar su extradición a Alemania solo por el delito de malversación y regresó a Bélgica, el expresident ha viajado a diversos países europeos: Gran Bretaña, Suiza, Dinamarca, los Países Bajos o Finlandia. Pero nunca ha pisado Francia. Amagó con hacerlo el verano pasado, acudiendo a un acto en Perpiñán. Pero finalmente, optó por no asistir por consejo de sus abogados, que ya entonces esgrimieron la existencia de un convenio de “persecución en caliente” entre Francia y España.
Los líderes independentistas que sí asistirán
A falta de Torra y, presumiblemente, de Puigdemont y Comín, los manifestantes tendrán que conformarse con la asistencia de otros líderes. Por parte del gobierno de la Generalitat, este lunes habían confirmado su asistencia el conseller de Acción Exterior, Alfred Bosch, de ERC, y la titular de Cultura, Mariàngela Vilallonga, una independiente colocada por JpC, que es quien enviará una representación más nutrida.
Por la formación puigdemontista acudirán la portavoz del grupo parlamentario en el Congreso, Laura Borràs; la concejal en Barcelona Elsa Artadi; el portavoz en el Parlament, Albert Batet, el vicepresidente de la cámara catalana, Josep Costa y los también diputados del Parlament Eduard Pujol, Gemma Geis, Eusebi Campdepadrós, Anna Geli y Josep Maria Forné. Eso, además de la representación del Pdecat (integrado en JpC), formada por su vicepresidenta, la también diputada en el Congreso Míriam Nogueras; los diputados en el Parlament Lluís Font y Marc Solsona; la integrante de la ejecutiva del partido Montse Morante, y el portavoz en el Senado, Josep Lluís Cleries.
Más discreta, como viene siendo habitual, es la representación de ERC. Además de Bosch, acudirán a Estrasburgo el presidente de su grupo en el Parlament, Sergi Sabrià; la portavoz del partido, Marta Vilalta, la diputada en el Parlament Ruth Ribes, y el alcalde de Prats de Lluánés, Isaac Peraire, además de Diana Riba y Jordi Solé, los otros dos eurodiputados que consiguió ERC además de Junqueras. Pero estos acudirán al hemiciclo, para tomar tomar posesión de sus escaños.