Los botellones de Barcelona de este julio acaban con más de mil multas
La Guardia Urbana y los Mossos d’Esquadra montan una operación conjunta para perseguir los botellones nocturnos
En la ciudad de Barcelona se han impuesto durante este mes de julio 1.135 denuncias por botellones en la vía publica, así como otras 393 denuncias por no llevar la preceptiva mascarilla, según precisó este miércoles el jefe de la Guardia Urbana, Pedro Velázquez, después de la reunión de la Junta de Seguridad local.
En un operativo conjunto de la Guardia Urbana y de los Mossos d’Esquadra durante la noche del martes y la madrugada de este miércoles se desalojaron cerca de 750 personas que, en grupos inferiores al centenar, se concentraron en diversos puntos de la ciudad. En estas concentraciones, básicamente de jóvenes, se consumió alcohol en la vía pública. La mayoría de los desalojos se realizaron en las playas, pero también en plazas del Raval, del Gótico e, incluso, en los bunkers del Carmelo.
Pese al elevado número de jóvenes en estos puntos, en este operativo conjunto solo se impusieron 48 multas por consumo de alcohol en la vía pública y 19 por no llevar la mascarilla. La normativa sanitaria aplicada en Cataluña para frenar los rebrotes de covid-19 prohíbe estos comportamientos.
Desalojos «pacíficos»
El teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, subrayó que estos desalojos fueron “pacíficos”, pese a que en algunos se concentraron casi un centenar de personas.
El importe de las sanciones oscila entre los 1000 euros (que se pueden reducir a 15 euros por pronto pago) por el consumo de alcohol de forma individual y los 600 cuando es en grupo.
El Ayuntamiento de Barcelona tiene la capacidad de imponer sanciones y cobrarlas en virtud de su carta municipal. En el pleno municipal del pasado viernes, Batlle indicó que disponen de una aplicación informática para tramitar el alud de sanciones impuestas por vulnerar las normativas sanitarias en relación con la pandemia.
Aunque la Generalitat contempla sanciones a partir de los 3.000 euros por infringir la normativa sanitaria, las del Ayuntamiento de Barcelona son sensiblemente inferiores.
Los delitos en Barcelona cayeron un 42% durante los primeros seis meses de este año, según los datos facilitados después de la junta de seguridad que presidió la alcaldesa Ada Colau y en la que también participó el consejero de Interior, Miquel Buch.
Este descenso se explica por la aplicación del estado de alarma desde el 14 de marzo hasta mediados de abril, que supuso el confinamiento domiciliario para gran parte de la población.
Pese a la reducción de los delitos, para los barceloneses el primer problema de la ciudad sigue siendo la inseguridad, según el último barómetro municipal. A partir del 1 de agosto, Barcelona contará con 200 nuevos agentes de la Guardia Urbana.