Agbar suma su victoria número 16 sobre Acciona y la Generalitat por ATLL
El Tribunal Supremo emite la tercera resolución en que deniega a los Entrecanales la aplicación de las medidas cautelares para mantener la vigencia del actual contrato
Agbar ha ganado de nuevo a Acciona y la Generalitat en la guerra del agua. Se trata de su victoria número 16 en el conflicto sobre la privatización de Aigües Ter Llobregat (ATLL), según el cálculo del asesor legal del grupo de Barcelona, Santiago Muñoz Machado. Con todo, el Gobierno de Artur Mas se resiste a aplicar los mandatos judiciales.
La resolución favorable a la compañía de Suez Environnement viene del Tribunal Supremo. Se trata de la tercera sentencia en este sentido, la última que quedaba respecto a las medidas cautelares que Acciona y la Generalitat solicitaron para mantener el contrato de concesión del servicio vigente.
Igual que el las dos ocasiones anteriores, el alto tribunal ha denegado la salvaguarda.
Sentencia sobre el fondo
El ponente de la sentencia, el magistrado José Díaz Delgado, señala que la gestora de infraestructuras de los Entrecanales no aporta suficientes argumentos como para aplicar las medidas cautelares.
A pesar de esta apreciación, Mas ratificó este martes que no tocará ni una coma del contrato actual hasta que el Tribunal Suprerior de Justícia de Catalunya (TSJC) se pronuncie sobre «el fondo» de la polémica. Es decir, que decida si el Tribunal Catalán de Contratos del Sector Público (antigua Oarcc) hizo una buena tarea al excluir la oferta de Acciona del concurso. Consideró que no cumplía con el pliego de condiciones de la concesión.
Valoraciones sobre el «fondo»
El juez Delgado aporta en esta ocasión valoraciones sobre la discusión del «fondo». La Generaltiat y Acciona mantienen que el calendario de obras es correcto. En el nuevo escrito del Supremo, el tribunal defiende la apreciación de la Oarcc: «La propia Generalitat confirmó a Agbar antes de la presentación de las ofertas que el programa de ejecución de las obras que debía proponer el licitador ‘permitirá la adaptación del calendario propuesto pero se tendrá que respetar en todo caso el orden y la secuencia de las obras'».
El magistrado da un primer toque de atención al señalar que la respuesta corrobora la transcendencia de mantener el calendario. Asimismo, tacha de «suposiciones» la acusación de que Agbar también alteró el calendario de obras y señala que las finanzas de la Generalitat no están en peligro con el cambio de licitador porque «otro contratista» está dispuesto a «asumir el servicio».
Prisa por firmar el contrato
El Supremo también reprocha a Mas que se apresuró a «formalizar el contrato sin esperar a la resolución de la Oarcc». Por lo que la anulación llegó sólo seis días después de la firma, el 2 de enero de 2013.