Ada Colau, sola y sin proyecto ante su último año de mandato
La oposición evidencia la soledad de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, al derrotar dos de sus proyectos icónicos, el tranvía y la multiconsulta
Ada Colau vivió este martes una de las jornadas más complicadas desde que recibió la vara de mando. La alcaldesa de Barcelona encajó la derrota de la multiconsulta y del proyecto de tranvía, incapaz de amarrar apoyos suficientes en un pleno municipal en el que BComú apenas controla once concejales de un total de 41.
En un ambiente crispado, la oposición tumbó dos de las principales promesas electorales de los comunes, que ya dificilmente saldrán adelante en este mandato. Pero sobre todo el pleno escenificó la soledad política de la primera edil, blanco de los reproches de todos los grupos municipales, incluso los que a priori ven con buenos ojos alguno de estos proyectos estrella.
Es el caso de ERC, el partido que apoyó la elección de Colau tras su ajustada victoria en las elecciones municipales. Los republicanos están molestos con la intensa presión mediática de BComú para que Alfred Bosch validara el tranvía. El portavoz de ERC, Jordi Coronas, acusó a los comunes de hacerles una «campañita» que a su juicio representa «una demostración de política patética».
Enfado de los antiguos socios
En el salón de plenos también se visualizó el enfado del PSC, socio del gobierno municipal hasta que en noviembre los comunes rompieron el pacto por el apoyo de los socialistas al 155. La formación ya impulsó el tranvía en tiempos del alcalde Jordi Hereu y mantiene su apoyo, pero ahora reprocha a Colau haber puesto «en vía muerta» el proyecto. «Arrancaron incluso el compromiso de Carles Puigdemont de dar apoyo al tranvía y lo han malgastado», aseguró el portavoz socialista, Jaume Collboni.
La beligerancia de la oposición se extendió también a la multiconsulta, amenazada por una lluvia de recursos judiciales y tumbada ahora por el pleno municipal. La pregunta sobre la remunicipalización del agua solo recibió el apoyo de Esquerra, que criticó la forma como han gestionado los comunes la votación. «Nos aboca a una participación baja», advirtió la regidora republicana Trini Capdevila. Finalmente no prosperó, como tampoco salió adelante la pregunta para cambiar de nombre la plaza de Antonio López, solo apoyada por ERC y la CUP.
La multiconsulta es para la oposición un instrumento de propaganda
Salvo Esquerra, los partidos cuestionaron la legalidad de la votación, considerada por el equipo de gobierno un hito de democracia participativa. Pero más allá del embrollo legal, el varapalo a la multiconsulta sirve a la oposición para evitar lo que considera un «instrumento de autopropaganda» de BComú, en palabras de la portavoz de Ciutadans, Carina Mejías.
Dardos de Colau a la CUP
Tras constatar la carencia de apoyos a su proyecto estrella de participación ciudadana, Colau cargó contra la oposición. «Decimos a los grupos municipales que le siguen el juego a Agbar«, reprochó. La alcaldesa atizó especialmente a la CUP por su «paternalismo incomprensible» hacia entidades ciudadanas como Aigua és Vida, impulsada por el regidor Eloi Vila e impulsora de la pregunta sobre remunicipalización en la multiconsulta.
«Si algun día la CUP tenía que demostrar que no era un partido al uso sino un instrumento para los movimientos sociales era hoy», aseveró la alcaldesa. Precisamente los anticapitalistas son la tercera muleta que ha sostenido a la alcaldesa durante el mandato e incluso uno de sus regidores votó a favor en la investidura. Ahora se oponen a la multiconsulta porque no es vinculante. A poco más de un año de las elecciones, ningún partido quiere conceder un triunfo a Colau.