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Pedro Sánchez ha demostrado con creces sus capacidades como superviviente. Y las sigue demostrando, ahora con una confusa negociación de presupuestos de la que no se sabe ni quiénes son los socios escogidos ni qué recortes va a presentar el Gobierno a la UE. Pese a todas estas incertezas, el presidente del Gobierno no parece acusar el desgaste o, cuanto menos, no recibe castigo alguno de sus presuntos socios.
El episodio de La Plaza de esta semana, conducido por Juan García y con la colaboración de Carlos Lareau y Marcos Pardeiro, examina los amagos que ha protagonizado en los últimos días el Gobierno en relación a los presupuestos. ¿Va a congelarse el salario de los funcionarios? ¿Y las pensiones, van a sufrir algún recorte? El Gobierno mantiene a todos en vilo y Sánchez da pocas explicaciones, más centrado en la brega parlamentaria que en el pacto.
La Plaza también comenta la Diada de Cataluña, a la que se ha llegado en un clima de profunda división en el independentismo. Ni hay estrategia unitaria ni se espera que la haya, puesto que todos los partidos intentan llegar en las mejores condiciones posibles a unas elecciones autonómicas que siguen sin fecha.
Los grandes fuegos artificiales todavía están por ver, puesto que Quim Torra y Carles Puigdemont se guardan sus mejores bazas para la semana que viene, cuando comenzará la vista del Tribunal Supremo que, con toda probabilidad, acabará con la inhabilitación del presidente de la Generalitat y con la conocida épica del independentismo.