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La deuda pública y su progresión hasta niveles peligrosos centran los primeros minutos del tercer episodio de La plaza. Deliberan sobre la situación económica de España el director de Economía Digital, Marcos Pardeiro, y los ya habituales Miquel Porta Perales y Xavier Bru de Sala, bajo la moderación de Juan García.
El asunto preocupa especialmente a Porta Perales. Insiste en que no pagar la deuda es un problema para los países, ya que espanta a los inversores y cuestiona la reputación y la confianza dipositada en el territorio.
España e Italia son las principales naciones que generan deuda en la Unión Europea. Están detrás del efecto mariposa que afecta al resto de los Estado miembro. El escritor considera que los Estados Unidos ganan territorio a los europeos: consigue pagar toda la deuda que genera, lo que está atrayendo a los inversores hacia Norteamérica.
Bru de Sala sentencia: «no se va a pagar». No mientras exista el «paraguas» del Banco Central Europeo (BCE), que permite que España e Italia se endeuden, pese a que esto provoque un aumento de la prima de riesgo. Bru de Sala está convencido de que la eternización de la deuda hará que quede olvidada: «Mal de muchos, desgracia de prestadores», señala.
Le secunda Pardeiro, quien cree que existe una sensación general de que «el dinero es gratis». Y más para Pedro Sánchez, asegura, que ha rebentado presupuestos con sus «viernes sociales». La campaña electoral complica que los políticos se adapten a la necesidad de estimular el crecimiento después de la crisis: «El ahorro público hace perder votos», sostiene Pardeiro.
La campaña de Sánchez y Vox
¿Es la deuda del Estado lo único que le lleva la contraria a Sánchez? Según Pardeiro, no. El director de Economía Digital considera que el conflicto generado durante esta semana alrededor de los debates electorales ha hecho flaquear al líder del PSOE, después de una campaña plana y muy tranquila.
A Pardeiro le fascina el cambio que ha dado el programa preelectoral respecto a las elecciones de 2016: nadie habla de corrupción y nadie habla de Cataluña. En esta línea, Sánchez intenta ganarse a los electores indecisos, que superan el 30% en algunas de las encuestas.
Bru de Sala no cree que los electores sean tan indecisos. Por un lado, señala que la indecisión está entre dos partidos (PSOE o Unidas Podemos, Ciudadanos o PP, PP o Vox…), a lo que se añade un grueso de voto oculto.
El periodista no se fía de las encuestas más recientes, que han dado pie al sobre entusiasmo de PSOE y Podemos. «La progresión de Sánchez ha ido muy rápida, y el sprint se hace al final de la carrera», un hecho al que, al parecer de Bru de Sala, ha contribuido José María Aznar, dejando un vacío en el centro del espectro político.
En la misma línea, Porta Perales opina que a los socialistas se les está haciendo larga la campaña.
«Da la imagen de moderado, y ha sabido victimizar y capitalizar el «no» a los presupuestos», valora el escritor, que cree que la decisión de la Junta Electoral Central (JEC) de vetar el debate de Atresmedia beneficia a Vox, que mantiene su prestigio. «La decisión de la JEC muestra las carencias de la democracia española», añadía Pardeiro, de la misma opinión. El director de Economía Digital afirma que no tan solo Vox, sino también Sánchez, son los más beneficiados en que no se celebre el debate, que debería regularse por ley.
La generosidad (o no) tras las donaciones a Notre Dame de París
Para cerrar con la sesión semanal de La plaza, el incendio en la Catedral de Notre Dame de París ha desperado entre los asistentes la comparación con el Gran Teatro del Liceu de Barcelona, que se quemó en 1994. Un escenario completamente distinto a Francia, donde varias empresas privadas han recaudado más de 700 millones de euros para reconstruir el templo gótico.
El teatro catalán, que costó 140 millones de euros fue pagado mayoritariamente por las arcas públicas, mientras que el sector privado donó 25 millones de euros en total.
Los analistas a La plaza han señalado el doble filo de estas donaciones: existe un interés personal en donar públicamente para aumentar la reputación de uno, afirmaban. En el caso de Notre Dame, añadía Bru de Sala, las primeras empresas hacer sus donativos son aquellos que necesitan más prestigio: las marcas de artículos de lujo.
El periodista ha sido duro con la gestión del incendio en la catedral francesa: «Tenían los medios necesarios para impedirlo, se quemó porque no se hicieron las cosas bien».