Una entrega histórica: Cepsa abastece biocombustibles 2G en el puerto de Barcelona
La compañía reduce 2.860 toneladas de CO2 y posiciona a Barcelona como líder en la lucha contra las emisiones en el transporte marítimo
Cepsa ha llevado a cabo en el Puerto de Barcelona la mayor entrega de biocombustibles de segunda generación (2G) de su historia hasta la fecha. La operación se realizó en un buque portacontenedores de 350 metros de largo de la compañía Hapag-Lloyd, que opera en el Mediterráneo.
El biodiésel suministrado contiene un 24% de componentes de origen biológico, lo que resultará en la reducción de 2.860 toneladas de emisiones de dióxido de carbono (CO2). Esto equivale a la plantación de 34.300 árboles. Este biocombustible se ha producido utilizando aceites usados de cocina.
Además de ser la primera vez que Cepsa realiza esta operación en Barcelona, esta acción también coloca al puerto de la Ciudad Condal en una posición destacada en lo que respecta a la reducción de emisiones en el transporte marítimo.
Esta operación se suma a otros suministros recientes, como los realizados para Naviera Armas Trasmediterránea en el Puerto de Algeciras y a través del buque de suministro híbrido «Bahía Levante» en Algeciras. Anteriormente, la compañía probó estos combustibles sostenibles en su propia flota, con resultados positivos en cuanto al funcionamiento y rendimiento de los motores.
Cepsa ofrece una amplia gama de soluciones diversificadas para facilitar la descarbonización del transporte marítimo, que incluye no solo biocombustibles, sino también gas natural licuado (GNL). Además, en el futuro, Cepsa planea suministrar combustibles marinos sintéticos, como amoníaco o metanol verde, producidos en el Valle Andaluz del Hidrógeno Verde, uno de los proyectos más grandes de hidrógeno verde en Europa.
El director de Marine Fuel Solutions de Cepsa, Samir Fernández, ha afirmado: «Queremos que estén disponibles en todos los puertos en los que operamos y liderar su producción en esta década para ayudar a nuestros clientes a lograr sus propios desafíos de descarbonización». Con esta operación, el Puerto de Barcelona se convierte en un «referente de descarbonización» en el ámbito marítimo.