Transporte de mascotas: esto es lo que dice la DGT
Las mascotas tendrán que ir aseguradas con trasportín y otros métodos de seguridad para asegurar su protección en carretera
La integración de las mascotas en la vida familiar moderna lleva a repensar cómo trasladarlas de manera segura. Un animal mal sujeto en un vehículo representa un riesgo significativo para todos los ocupantes, sean humanos o de cuatro patas. En este contexto, el bienestar animal y la seguridad vial convergen para ofrecer soluciones que garanticen un transporte adecuado.
La presencia de mascotas en los hogares españoles se disparó tras la pandemia. Datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía (Anfaac) muestran que el número de perros creció un 38% en tres años, alcanzando los 9 millones en 2021. A esto se suman 6 millones de gatos, 8 millones de peces y otros 5 millones de pájaros, evidenciando el aumento de la relevancia de los animales en la vida cotidiana.
El impacto de este fenómeno se observa en la proliferación de espacios y productos “dog friendly”, así como en una creciente aceptación de las mascotas en lugares públicos. Sin embargo, esta mayor integración también plantea retos relacionados con la movilidad y la seguridad de los animales.
Regulaciones en evolución
La reciente Ley de protección, derechos y bienestar de los animales exige que los dueños atiendan las necesidades fisiológicas y etológicas de las mascotas durante los desplazamientos, garantizando su seguridad y la seguridad vial. Sin embargo, no detalla cómo cumplir estos requisitos. De manera complementaria, el artículo 13 de la Ley de Tráfico obliga a los conductores a asegurar que nada dificulte su visibilidad o controle el vehículo, incluyendo a los animales transportados.
Francisco de las Alas-Pumariño, de la DGT, confirma que futuras modificaciones del Reglamento General de Circulación abordarán con mayor precisión el transporte de animales. Entretanto, expertos como María Luisa Fernández, de la Organización Colegial Veterinaria, insisten en principios básicos: “No puede viajar suelto, ni con la cabeza por fuera de la ventanilla, ni sentarse encima del piloto. Tiene que ir sujeto”.
Opciones para cada mascota
Las formas de transportar animales varían según la especie y el tamaño. Para perros, las opciones incluyen trasportines fijados al asiento o arneses que se anclan al cinturón de seguridad. Los gatos deben viajar siempre en trasportines, preferiblemente tapados para evitar el estrés. Otras especies, como pájaros, requieren jaulas seguras adaptadas al vehículo.
Sin embargo, la oferta de dispositivos de transporte es amplia y poco estandarizada. José María Nacenta, ingeniero jefe de Babyauto, indica que “no existe ningún estudio biomecánico sobre cómo afectan los impactos a los animales”, lo que complica el diseño y la regulación de estos sistemas.
Innovaciones en seguridad
La empresa Babyauto ha desarrollado Travel Fix, un arnés para perros de hasta 20 kg que utiliza anclajes isofix y top tether, inspirado en los sistemas de retención infantil (SRI). Este producto, que cuesta 249 euros, ha sido sometido a pruebas de impacto similares a las realizadas con sillas infantiles.
Otra innovación es el Sistema de Retención Canina (SRC), creado por Sergio Gascó, bombero e instructor especializado en accidentes de tráfico. Este sistema combina un transportín reforzado con anclajes al chasis, garantizando mayor resistencia en caso de impacto. Su precio estimado es de 95 euros y se comercializará próximamente.
La importancia de las pruebas de impacto
Expertos insisten en la necesidad de que los dispositivos sean sometidos a pruebas de impacto para evitar una falsa sensación de seguridad. Paloma González de Ramos, del Hospital Veterinario Cuatro de Octubre, alerta sobre las consecuencias fatales de sistemas mal adaptados: “En un impacto, el perro puede sufrir traumatismos graves si el arnés no está bien diseñado”.
Hacia un transporte más seguro
La integración de las mascotas en la sociedad exige soluciones que garanticen su bienestar y seguridad. María Luisa Fernández recuerda que “hasta hace poco, los niños viajaban sin sistemas de retención; el cambio es posible”. En este camino, la regulación y la innovación serán clave para asegurar que las mascotas sean transportadas como miembros responsables de la familia y la sociedad.