Vuelta al trabajo: 6 señales que te indican que no debes continuar otro año en tu puesto laboral
Cambiar de trabajo representa una oportunidad para sentirse más satisfecho tanto a nivel personal como profesional
El deseo de tener una carrera profesional satisfactoria hace que cada vez más personas dejen sus puestos laborales para emprender nuevos caminos, sobre todo en un contexto en el que el teletrabajo, el comercio electrónico y la automatización son factores que influyen significativamente a la hora de evaluar un puesto profesional.
Según los datos del Departamento de Labor de los Estados Unidos, en abril de 2024, cerca de 3,5 millones de trabajadores en dicho país renunciaron a sus cargos para valorar nuevas opciones laborales, por lo que no sería raro si eres parte del grupo que quiere cambiar de trabajo en busca de un mejor camino.
Si bien la desventaja es abandonar la estabilidad que ofrece un trabajo de jornada completa, cambiar de trabajo representa una oportunidad a corto o mediano plazo, ya que el objetivo es sentirse satisfecho tanto a nivel personal como profesional.
Además, a las empresas también les conviene tener empleados felices, pues está demostrado que son más productivos.
Lo importante es comprender cuándo es el momento de dejar el trabajo actual; por ello, Northeastern University recoge 6 señales que podrían ayudarte a saber que no deberías seguir un año más en tu puesto laboral.
1. La apatía o desconexión
Si te sientes alejado de los motivos por los que entraste a tu puesto laboral actual y rindes por debajo de tus capacidades, entonces puedes intuir que estás desconectado mentalmente de tu trabajo.
Además, si no puedes acordarte de la última vez que te motivaste en realizar un proyecto en tu empresa, es el momento de considerar la renuncia.
2. No causas impacto
Tener la percepción de que, en cada jornada, estás en piloto automático y que tus acciones son infravaloradas son una señal de que estás desperdiciando tiempo y talento en ese trabajo.
Lo importante es encontrar un lugar que no solo aproveche tus habilidades, sino que te permita descubrir nuevas que hagan que tu autoestima y tu profesionalidad aumenten.
3. Sin energías para ir al trabajo
Si todos los días te cuesta ir al trabajo por no tener energías o simplemente porque no quieres estar ahí, es un buen momento para darse cuenta de la insatisfacción que te genera estar ahí.
Esta incomodidad también puede manifestarse en la ansiedad: por ejemplo, si en los días de descanso estás pensando en el trabajo o en las reuniones y otras actividades que no te apetece hacer.
4. El salario no compensa
Es común la permanencia en un puesto laboral por un atractivo sueldo. Sin embargo, hay límites, sobre todo cuando ves que pasa el tiempo y todo es igual de rutinario, y sientes que estás desperdiciando tu potencial.
Aunque el dinero te ofrezca estabilidad y te permita mantener el ritmo de vida que deseas, no es todo para sentirse completo profesionalmente.
5. Afecta tu vida privada
Si el trabajo te debilita, te ocasiona dolores de cabeza y otros síntomas físicos, es probable que también influya en tus relaciones interpersonales, mostrándote más irritable o amargado.
Solo hace falta preguntarles a tus familiares y amigos cómo te perciben cuando hablas de tu trabajo y verás que ya es tiempo de tomar un nuevo camino profesional.
6. Sueñas despierto en otro lado
¿Buscas empleo constantemente en bolsas de trabajo o sientes celos de las carreras de tus amigos? Ambas cuestiones no solo son negativas, sino que evidencian tu deseo de tener un trabajo que se ajuste a tus sueños.
Si te la pasas imaginándote en otro lugar cumpliendo tus metas, entonces es momento de empezar a hacerlo realidad.