Yolanda Díaz, la vicepresidenta del Gobierno, ministra de Trabajo y de Sumar, presta siempre a aderezar políticamente la actualidad, guarda ahora silencio sobre uno de los mayores ERE empresariales del siglo en España. Precisamente el de Telefónica, donde su Gobierno acaba de anunciar la entrada, SEPI mediante, para adquirir el 10% de las acciones. Resulta curioso su silencio: cuando era una operación privada entre empresa y sindicatos, amenazó con poner trabas al ERE. Hace apenas pocos días. Ahora que la sombra pública vuelve a cernirse sobre la Ibex, los de Sumar se han quedado mudos.

Es extraño este silencio de Yolanda Díaz, máxime cuando durante toda la campaña electoral reclamó para ella las competencias de la Sociedad de participaciones estatales, la SEPI, para llevar ella misma la política de reindustrialización y empresa pública. Ahora que la SEPI anuncia la operación de la década, no tiene nada que decir sobre el asunto más peliagudo, el despido colectivo para miles de empleados. En cambio, pide ya otras invervenciones públicas en otras empresas del Ibex 35.