El SEPE tiene malas noticias: adiós a la mitad del paro
La prestación del paro es un mecanismo de protección social esencial que ayuda a los trabajadores a mantener cierta estabilidad económica mientras buscan reinsertarse en el mercado laboral
La prestación del paro, también conocida como prestación por desempleo, es un beneficio económico que proporciona el Estado a los trabajadores que han perdido su empleo de manera involuntaria. Este subsidio tiene como objetivo principal brindar un soporte financiero temporal mientras el trabajador busca un nuevo empleo.
En España, la prestación por desempleo es gestionada por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Para acceder a este beneficio, el trabajador debe haber cotizado al menos 360 días en los últimos seis años antes de perder su empleo. La cantidad a recibir y la duración de la prestación dependen de las cotizaciones acumuladas y del salario anterior del trabajador.
Además, para aquellas personas que tuvieran un contrato a tiempo parcial, existía una cuantía diferente. Pero, a partir del 1 de noviembre, entra en vigor una importante reforma que pone fin a la reducción en los subsidios por desempleo para aquellos trabajadores cuyo último contrato fue a tiempo parcial.
Adiós al paro por media jornada
Hasta ahora, los subsidios se calculaban en función de las horas trabajadas en el último empleo, lo que reducía significativamente la cuantía para quienes tenían contratos a media jornada, llegando a recibir solo 240 euros al mes.
Con esta reforma, el Ministerio de Trabajo ha eliminado esta medida que se consideraba injusta. A partir de la fecha señalada, todos los desempleados recibirán la cuantía íntegra del subsidio, independientemente de las horas trabajadas en su último empleo. Este cambio busca garantizar una mayor equidad en la protección social para los trabajadores desempleados.
En 2024, las cuantías de la prestación por desempleo se ajustarán conforme al Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM), con límites que varían según la situación familiar del beneficiario.
Para quienes no tienen hijos a cargo, el importe máximo de la prestación equivale a 1.225 euros.
Si el desempleado tiene un hijo a cargo, el tope máximo sube al 200% del IPREM mensual, alcanzando los 1.400 euros.
Para aquellos con dos o más hijos a cargo, la prestación máxima se incrementa al 225% del IPREM mensual, resultando en 1.575 euros.
Finalmente, los beneficiarios sin hijos a cargo recibirán, como mínimo, el 80% del IPREM mensual incrementado en una sexta parte, es decir, 560 euros, y aquellos con uno o más hijos a cargo percibirán al menos el 107% del IPREM mensual más una sexta parte, lo que supone 749 euros mensuales.