No habrá paz para la familia Rubiralta, los antiguos propietarios de Celsa, uno de los mayores grupos industriales españoles, y una de las grandes fortunas catalanas.
La Junta General de Accionistas de la multinacional del acero con sede en Barcelona ha acordado hoy martes «el inicio de acciones de responsabilidad social contra D. Francesc Rubiralta, por eventuales responsabilidades acaecidas en los años que ejerció como administrador de la sociedad».
Los nuevos dueños de Celsa, los fondos acreedores del grupo, que impusieron una refinanciación judicial a través de la cual desalojaron a los Rubiralta y tomaron el control de la compañía, no olvidan los impedimentos que durante años puso la familia propietaria para cumplir con los préstamos multimillonarios concedidos -una deuda aproximada de 3.000 millones de euros en total- y los desagravios lanzados durante el proceso concursal.
«Les escupieron en la cara», comentan fuentes cercanas a los fondos sobre la actuación en los juzgados de los Rubiralta, quienes defendieron que la entrada de los fondos en el capital de Celsa llevaría al grupo al desastre.
Tras la sentencia del Juzgado Mercantil número dos de Barcelona, que dio la razón a los fondos, los nuevos propietarios se comprometieron a incluir a un socio industrial español en el capital.
Los Rubiralta, de acuerdo a las fuentes consultadas por este diario, se propusieron como posibles accionistas, reteniendo un 3%, opción totalmente descartada por los fondos, liderados por Deutsche Bank.
Las fuentes consultadas cercanas a Celsa no han precisado en qué consistirán las acciones legales que el martes la Junta de Accionistas ha acordado emprender contra el expresidente del grupo.
Francesc Rubiralta es licenciado en Ingeniería de Caminos por la Universidad Politécnica de Barcelona y MBA Wharton por la Universidad de Pennsylvania, y ejerció el cargo de presidente de Celsa, en la que comenzó a trabajar en 2005, desde el año 2010 hasta 2023.
Como publicó Economía Digital, las tres sociedades patrimoniales con las que Francesc Rubiralta Rubió, y sus hermanos Carola, Ana e Ignasi controlaban el grupo siderúrgico, presentaron el pasado mes de octubre concurso de acreedores en los juzgados de Barcelona, cuarenta días después de que el Juzgado homologara el plan de reestructuración de Celsa elaborado por los fondos acreedores. Las deudas de sus empresas superan los 500 millones de euros.
La Junta de Accionistas de Celsa ha aprobado este martes la modificación del nombre de la sociedad holding del grupo, que pasa a ser Celsa Steel, y un nuevo logotipo.
Los accionistas también han acordado ampliar a ocho el número de consejeros con las incorporaciones de Daniel de Escondrillas, fundador de Natixis Partners y antiguo alto directivo de CITI y Booz Allen & Hamilton; y de Antonius Ron Deelen, antiguo consejero delegado de British Steel.