País Vasco y Navarra, las dos únicas CCAA donde no impactará el recorte de jornada

La jornada media anual pactada por convenio en el País Vasco es inferior a las 37,5 horas, en cómputo anual, mientras que la de Navarra se sitúa ligeramente por encima, apenas dos horas al año

Un trabajador en un taller de bicicletas de una tienda de material deportivo en Toledo. EFE/Ismael Herrero

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

El País Vasco y Navarra son las dos únicas comunidades autónomas donde el recorte de la jornada laboral legal de 40 horas semanales a 37,5 horas no tendrá un gran impacto, ya que sus convenios colectivos ya recogen, de media, un tiempo de trabajo inferior al suelo que quiere imponer el Ministerio de Trabajo que dirige la vicepresidenta Yolanda Díaz.

Una jornada laboral de 40 horas semanales supone, al año, 1.825 horas de trabajo. El recorte que propone el Ministerio de Trabajo pasa por rebajar ese total a 38,5 horas semanales, de manera transitoria hasta final de año (1.759 horas anuales), para instaurar definitivamente las 37,5 horas desde el 1 de enero de 2024. Es decir, 1.712 horas al ejercicio. Y el cómputo, según el documento que tienen los negociadores encima de la mesa y al que ha accedido ECONOMÍA DIGITAL, mantiene esa contabilización anual, aunque la reforma explicite el reparto semanal.

De acuerdo con los datos de la Estadística de Convenios Colectivos que publica mensualmente el Ministerio de Trabajo, la jornada media pactada por convenio en nuestro país es de 1.762,16 horas, ligeramente por encima de las 38,5 horas al año. Los 2.723 convenios que regulan jornada en vigor cubren a casi nueve millones de personas y abarcan a más de un millón de empresas, por lo que tienen efectos relevantes en el tejido productivo.

Más de 100 horas de diferencia entre la jornada vasca y la canaria

Ahora bien, las medias son engañosas en un país con unas diferencias territoriales y de tejido productivo tan abultadas como es el caso de España, con 17 comunidades y dos ciudades autónomas con realidades muy dispares. Así, hay una abultada diferencia entre las 1.793 horas anuales que se hacen en Canarias, de media, con las 1.691 horas del País Vasco. Eso son, en jornadas de ocho horas, 12 días de trabajo de diferencia.

La realidad industrial y sindical del País Vasco hace que tenga unas condiciones laborales mejores que la media. No solo en términos de jornada, también en cuanto a las mejoras salariales que registran los convenios (3,56%, la segunda mejor del país por detrás de Madrid). Una pujanza que se explica por la fortaleza de los territorios de Guipúzcoa, donde la jornada media pactada en convenio es de 1.687 horas, y Vizcaya, con 1.686 horas al año.

Únicamente Álava se descuelga, aunque ligeramente, con una jornada media pactada de 1.714 horas al año. Prácticamente en el entorno de las 37,5 horas semanales.

Canarias, Murcia y Andalucía, las CCAA con mayor jornada

La otra comunidad foral, Navarra, también se sitúa en el entorno de las 37,5 horas semanales, con una jornada anual de 1.714 horas semanales. En conjunto, sumando Euskadi, son alrededor de 380.000 los empleados beneficiados por estas condiciones y trabajan en 30.000 empresas.

A estas dos comunidades les siguen Extremadura (1.751 horas anuales pactadas, de media), La Rioja (1.752), Cantabria (1.756), Castilla y León (1.758), Asturias (1.762), Castilla-La Mancha (1.762), Aragón (1.765), Baleares (1.765) y Cataluña (1.767).

Además de Canarias (1.793 horas), las mayores jornadas se registran en Murcia (1.780 horas anuales), Andalucía (1.775), Galicia (1.773) y Comunidad Valenciana (1.771).

Estas divergencias entre territorios y la situación de las empresas (el dato no aparece desagregado en función del tamaño de las compañías) es lo que aleja a las patronales CEOE y Cepyme de un pacto con sindicatos y el Gobierno para reformar el Estatuto de los Trabajadores y recortar el tiempo legal del trabajo.

El FMI y el Banco de España han advertido sobre el recorte

Algunos organismos internacionales, como el FMI, y otros nacionales, como el Banco de España, han alertado en contra de aplicar una rebaja del tiempo de trabajo de manera homogénea y sin tener en cuenta las particularidades del tejido productivo, ya que eso podría implicar pérdidas de productividad. Es por eso que un acuerdo social con flexibilidad a la hora de aplicar el recorte de jornada es tan relevante y, ahora mismo, alejado.

La vicepresidenta Yolanda Díaz insistió este mismo miércoles en que la ley para reformar el Estatuto de los Trabajadores irá «en breve» al Congreso, aunque no vaya de la mano con los empresarios, a quienes emplazó a presentar una propuesta por escrito en la reunión sobre este asunto que mantendrán el próximo lunes.

Con todo, en los entornos empresariales no parece que haya mucha predisposición a presentar un documento con su propuesta, después de que encallara la negociación paralela con los sindicatos sobre la jornada, y tras la beligerencia de Antonio Garamendi, el presidente de la CEOE, contra estas conversaciones, que ha tachado de «monólogo social».

De acuerdo con cálculos de Cepyme, el recorte de la jornada laboral legal de 40 horas a 37,5 horas tendría un coste para las empresas de 40.000 millones de euros, una cuantía superior a la recaudación del Impuesto de Sociedades en todo un año (35.000 millones de euros en 2023).

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Deja una respuesta