La DGT advierte sobre un hábito que puede costarte la vida
La DGT llama efecto submarino a esta práctica que pone en peligro la vida de cualquier ocupante de un vehículo
Usar el cinturón de seguridad es una regla imprescindible a la hora de abordar un vehículo, siendo su principal objetivo proteger a la persona ante un accidente. Evita que el ocupante se golpee o salga disparado en el caso de un freno repentino o un choque, entre otras situaciones.
Este elemento es obligatorio en España tanto para el conductor como los pasajeros, al igual que no tenerlo puesto implica una infracción grave que supone 200 euros de multa y cuatro puntos menos en la licencia de conducir. Según la DGT, usarlo reduce de 3 a 1 la probabilidad de muerte en un accidente.
No obstante, su uso debe ser adecuado, por lo que la DGT advierte del efecto submarino, como se conoce a la práctica habitual de llevarlo flojo por estar demasiado reclinado hacia atrás, llevar ropa gruesa, entre otras razones.
Ello produciría que -en caso de una colisión o freno- la parte inferior del cuerpo se vaya hacia adelante y el torso se deslizara por debajo del cinturón, similar a un submarinista que se tira al mar de espaldas.
Esta situación representa un grave peligro, sobre todo en un choque frontal, ya que al haber mayor transferencia de energía, hay también más riesgo de chocar contra el volante o salpicadero, o ser dañado por la propia airbag. Hay que recordar que las airbags pierden eficacia cuando el cinturón no se utiliza bien.
Las lesiones que pueden desencadenarse del efecto submarino son de espalda, pelvis, la rotura del fémur, hemorragias internas, entre otros.
Las claves para evitar este efecto consisten en mantener una postura correcta en el asiento y no usar elementos como almohadas, cojines, etc. (o incluso ropa tan gruesa) que impidan ajustarse de forma correcta el cinturón de seguridad.