La DGT lo dice bien claro: en este caso los ciclistas tienen prioridad
Respetar a los ciclistas en la carretera es una responsabilidad compartida que todos los usuarios de la vía deben asumir
Las normativas de tráfico otorgan ciertos derechos a los ciclistas para garantizar su seguridad y facilitar su movilidad en las vías públicas. Una de estas normativas, que a menudo pasa desapercibida, es la que da prioridad a los ciclistas cuando circulan en grupo, especialmente en situaciones como intersecciones o glorietas.
La Dirección General de Tráfico (DGT) explica que cuando un grupo de ciclistas se aproxima a una intersección o una glorieta, los vehículos de motor deben cederles el paso si el primer ciclista del grupo ya ha entrado en la intersección o glorieta.
Esta normativa se basa en la idea de considerar al grupo de ciclistas como una unidad o un conjunto inseparable. Es decir, una vez que el primer ciclista ha ingresado, se entiende que todos los que lo siguen forman parte del mismo movimiento y, por lo tanto, tienen prioridad sobre los vehículos de motor que se aproximen.
¿Sabías que los #ciclistas tienen prioridad respecto a los vehículos de motor cuando circulan en grupo si el que va en primer lugar ha entrado en la intersección o glorieta? Se considera al grupo como un conjunto👉hay que cederles el paso antes de continuar. #ConduceConPrudencia pic.twitter.com/jG5N4NGgw3
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) August 24, 2024
¿Qué deben hacer los conductores de vehículos de motor?
Para respetar esta norma, los conductores de vehículos de motor deben siempre observar si hay ciclistas acercándose a una intersección o glorieta. Si el primer ciclista del grupo ya ha ingresado a la intersección o glorieta, el conductor debe detenerse y permitir que el resto del grupo pase. Es importante evitar acercarse demasiado a los ciclistas para no poner en riesgo su seguridad.
No respetar la prioridad de paso a un grupo de ciclistas puede resultar en multas significativas, además de puntos en contra en el permiso de conducción. Más allá de las sanciones económicas y administrativas, lo más importante es que poner en riesgo la seguridad de los ciclistas puede tener consecuencias graves, tanto para los ciclistas como para los conductores.