Aragonès dice al Senado que el referéndum es «inevitable»
El presidente catalán dijo que el referéndum pasará por el mismo camino de la amnistía, que de ser considerada imposible está cerca de ser aprobada
Pere Aragonès, presidente de la Generalitat catalana, ha comparecido este lunes ante el Senado para defender la ley de amnistía y su propuesta de referéndum, los cuales cree que «más tarde que pronto» serán aceptados, pues para él son la opción ideal para solucionar el problema de soberanía entre el Estado y Cataluña.
El candidato de ERC se ha mostrado optimista argumentando que, como el referéndum pasó de ser «inconstitucional» para el gobierno de Pedro Sánchez, sucederá lo mismo con la amnistía.
La Comisión General de las Comunidades Autónomas del Senado fue convocada por el PP para dialogar sobre la proposición de la ley de amnistía.
Cambios de opinión
En su discurso, Aragonès no dudó en arremeter contra los ‘barones’ del PP, ya que hasta Sánchez negó en primera instancia los indultos y ahora parece haber cambiado de opinión. También ha ironizado que José María Aznar, expresidente del Gobierno, es quien mejor ha «comprendido» el significado de amnistía.
El presidente catalán ha sostenido que la amnistía es «una enmienda a la totalidad a una sentencia injusta, a la ilegitimidad de la represión jurídica y policial. La Ley de Amnistía es la victoria de la Cataluña libre que defendemos».
Una cuestión de financiación
Aragonès ha reiterado su propuesta de financiamiento exclusivo para Cataluña, incluyendo la recaudación total de impuestos. Ha criticado el sistema fiscal actual, que calificó «es una losa insoportable para Cataluña, obsoleto, opaco y sobre todo injusto», ha enfatizado.
En este sentido, ha afirmado que no permanecerá pasivo ante el déficit fiscal crónico que cree que afecta a Cataluña y ha destacado que la clave para la financiación singular es «la relación bilateral con el Estado, de ‘tú a tú'».
Desde el Senado, Aragonès ha reiterado su propuesta de financiación singular, que implica que Cataluña recaude el 100% de los impuestos, similar al modelo aplicado en el País Vasco y Navarra.
Ha terminado su intervención acusando al Gobierno central de no atender ni respetar las demandas de la ciudadanía catalana.