La comisión de Economía por los presupuestos de la Comunidad Valenciana utilizó ayer varias acepciones para la palabra “verde”. Según Vox, los presupuestos son verdes porque llevan su firma. Sin embargo, cuando dijeron que no existía la emergencia climática fue aprovechado por el PSOE y Compromís para decir que las cuentas son lo contrario de verdes (en su acepción de ecologistas). Mientras tanto, Salomé Pradas (PP), consellera de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio, se presentó ayer de verde, pero esto no era un guiño ni a Vox ni al ecologismo sino que el verde de Pradas tiene que ver con que las fiestas de Magdalena tiñen a la ciudad de Castellón de verde. Y de paso, PP y PSOE se dedicaron a discutir sobre quién era el verdadero impulsor del aeropuerto de Castellón, que ha pasado de motivo de mofa por el PSOE a convertirse en infraestructura de referencia.