Los 10 consejos clave para negociar el precio de una vivienda
La compra de una vivienda requiere de una negociación que puede ser compleja. Pero con estos consejos es posible obtener el mejor precio y que ambas partes queden satisfechas
Comprar una vivienda es una decisión tan importante que recuerda a una maratón, en la que se necesita una alta cuota de paciencia, algo de tenacidad y una buena dosis de estrategia para poder dar con la propiedad ideal.
Un análisis de Fotocasa había revelado que cuatro de cada diez compradores dan con su vivienda soñada en menos de cuatro meses. Dicho de otra forma: el 60% de los nuevos propietarios han estado más de 120 días buscando, visitando, negociando y volviendo a empezar una y otra vez.
Para evitar las pérdidas de tiempo, pero también para que cada decisión sea la más acertada, aquí presentamos diez consejos para lograr el mejor resultado al momento de comprar una vivienda.
1. Crear una buena relación con el vendedor
Sea cual sea el resultado final, siempre hay que causar una buena impresión con el vendedor.
Un saludo cordial y una sonrisa sincera son detalles del lenguaje corporal que ayudan a distender la negociación, en una tratativa de ida y vuelta donde el respeto se combine con la amabilidad y con la muestra de un interés genuino en la propiedad.
2. Tener una estrategia tras la primera oferta
Se puede pensar que el vendedor está en una posición predominante por la alta demanda de interesados en comprar viviendas. Pues no siempre es así.
Esa situación no tiene que amedrentar al comprador, quien debe presentar una oferta realista, basada en el poder adquisitivo.
Sin embargo, esa primera oferta tiene que ser flexible, para poder negociarla hasta un cierto punto.
3. Realizar una investigación de mercado
Para poder presentar una oferta realista se recomienda con investigar el valor de las propiedades de la zona, para que si el vendedor no quiere ceder su posición haya argumentos para rebatir.
Es recomendado averiguar los precios de las propiedades de la zona para saber si la oferta es realista o no
4. Ser positivo
Hay que tener la premisa que en la compraventa de la propiedad no puede ganar uno solo: tiene que ser una operación beneficiosa para ambas partes.
Por ello, una actitud positiva puede contribuir a que el vendedor sea más receptivo a las propuestas del comprador.
5. Tomar los extras como herramienta de negociación
Si es que el propietario no se mueve ni un céntimo de su precio, una buena estrategia es incluir en la negociación la compra de electrodomésticos o muebles, o asumir reparaciones que necesita la vivienda.
De esa manera, es posible que acceda a una rebaja a cambio de la provisión de estos bienes o servicios.
6. Averiguar las tasaciones previas
Para saber si el precio es justo es conveniente familiarizarse con las tasaciones previas de la vivienda, así como averiguar cuánto tiempo ha estado la propiedad en el mercado, si ha habido reducciones de precio previas y cualquier otro detalle que pueda fortalecer la posición del interesado.
Para ello se puede consultar tanto en portales inmobiliarios donde se haya publicado como consultar a los vecinos sobre cuánto tiempo hace que el inmueble está a la venta.
7. Saber cuál es el estado financiero del vendedor
Con sutileza, evitando situaciones incómodas, si se conoce cuál es la situación económica del propietario se puede tener herramientas para saber si aceptaría una oferta más baja.
No se trata de aprovechar una situación de ahogo económico, sino saber si tiene margen para una reducción del precio sin perjudicar su situación financiera.
8. Estar listo para ceder
Todo proceso de negociación es un camino de ida y vuelta. Lo recomendado es ser flexible y considerar ceder en algunos aspectos para llegar a un acuerdo beneficioso para ambas partes.
9. Consultar a un agente inmobiliario
Antes de presentar una oferta definitiva es bueno consultar a un agente inmobiliario que puede aportar información valiosa sobre la propiedad y los valores de la zona.
Es posible que quiera cobrar una comisión por sus servicios, y como siempre, todo es cuestión de negociarlo.
10. Preparar un plan alternativo
Hay que saber cuál es el límite para las negociaciones y tener en la manga un plan B por si no hay acuerdo. Aquí no hay que tener miedo al fracaso, porque lo que puede parecer una pequeña victoria el día de hoy puede ser una gran derrota para mañana.